LA BUENA CRIANZA
Eduardo Botero T.
“A mi me dieron rejo todo el que quisieron y, miren ¿parezco traumatizado…? ¡Qué va! Son pendejadas de los psicólogos. Reinita: ¿yo le parezco traumatizado? ¿Cierto que no? ¡Tan bella! Mírenla cómo me responde el angelito: está pa’chuparse como este huesito de pollo, ¿si o no reinita? Vean, contesta que sí con esa carita de ángel, como si yo no la conociera en la intimidad haciendo cochinaditas con este viejo sano y vigoroso que le enseñó todas las posiciones habidas y por haber desde que estaba tiernita, como de 12 años, y se la gané en una mano de póker a su padre, alma bendita, que despaché por desleal y porque me dijo que ella era virguito y mentiras, ella ya había probado y no con cualquiera, sino con ese mismísimo desgraciado del taita, pague por hijueputa. Pero no me voy a perder, no señor, El Jilguero no canta en desorden: a mí mi papá si me dio pero no por el culo sino en el culo y la diferencia cuenta malpensados, que me refiero al rejo, al cable de la plancha, a la correa humedecida en el lavamanos, que por todo me castigaba el viejo, viejo verraco, de esos que ya no se dan y que antes eran legión, de la legión de María Purísima sin pecado concebida, varón de varones siempre atento a corregirnos sin piedad ni compasión no fuéramos a desviarnos del camino correcto y miren ustedes: ¿me ven traumatizado? Nooo, qué va hombre, traumatizado yo: el hombre llegaba todas las noches borracho y se metía al cuarto de cada uno a darle su ración diaria de fuete, dele que es fiesta carajo, y después, cansado, se iba a la pieza de mamá y allá la agarraba pero no a fuete y mamá decía que el día que no nos pegaba, nada que le funcionaba el aparato y se quedaba dormido quitándose los pantalones. ¡Eso si que era varón, güevones, eso sí que era varón! No como ahora que uno le va a pegar a un hijo y ahí mismo se mete la mujer a prohibírselo que dizque porque se traumatiza, con razón es que no sirven para nada estos vagos criados sin la eficacia del fuete y todos consentidos tomando viagra desde los quince años… Melindrosos, cuidándose como mujeres el pelo y las uñas y el cuerpo todo, claro que todo hay que decirlo a veces a uno se le van las luces y El Jilguero podrá ser un atarbán pero sabe reconocer cuándo se equivoca. ¿O no mi angelito que te caí ese día que me invitaste una amiguita y resultó que era un amiguito? Es lo que les digo: parece un angelito pero es una diabla completa, las que sabe hacer, ni les cuento. Vuelvo al asunto: ¿me ven traumatizado? Y me dieron todo el rejo que quisieron, sobre todo mi papá, porque mi mamá usaba una chancleta. Por eso es que no me marea nada, ni siquiera cuando vos, Relicario, descuartizás cristianos vivos pa’echáselos a las babillas del río, picaditos de una vez para que las criaturas no se encarten. ¿Me has visto haciendo arcadas? ¿Cierto que no? Es para que vean que a mi no me traumatizaron dándome fuete. Y dejemos aquí porque hay que trabajar muchachos mientras yo me voy con el angelito a rezarle a la virgen, no vaya y nos lleve el diablo.”
Eduardo, es aterrador........es el testimonio de un para?, de un convicto?, .Parece una conversación con una niña abusada.....¡cual es el contexto?
ResponderEliminarEs muy fuerte.
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