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E. BOTERO T.

miércoles, 11 de mayo de 2011

SOBRE EL ENSAYO DE EDUARDO BOTERO A PROPÓSITO DE CERCAS

POR MARÍA CRISTINA IRURITA

JAVIER CERCAS
Eduardo Botero, analiza la figura del victimario en la novela del español Cercas. El ensayista recrea a través del psicoanálisis el periplo del escritor español, que narra en un drama de tres actos, su experiencia como joven profesor en la Norte-América rural, en una universidad de provincia y su encuentro con excombatiente de Vietnam, en un descarnado recuento epistolar de su viaje al infierno como victimario de guerra.


Botero se une a las diferentes voces del relato, encajando el puzle, va abriendo claves de análisis a un relato de introspección, y desintegración de un joven hombre con una aparente personalidad normal, en un mundo seguro y predecible a la desintegración de su personalidad en el camino de la guerra.


Rodney Falk es el típico muchacho norteamericano de provincia, hijo de la civilización occidental, hombre de su época, seguidor de los movimientos pacifistas de los hippies: amor y paz, era su lema, volcado a estudios de filosofía y humanidades; suficientemente curioso y abierto para escoger una mujer de ancestro mexicano, como su novia, de su adolescencia viene el amor por el idioma español, por el cine: Almodóvar y por los nuevos novelistas ibéricos.


De la mano de Botero, vemos el camino seguido por el narrador ( Cercas) y el anti-héroe ( Ronney Falks). EL victimario de la guerra de Vietnam , integrante de la temible Tiger Forcé, personaje maltrecho en la novela de Cercas, ser humano destruido por la culpa, sin embargo en sus períodos de lucidez, puede llegar a desempeñarse como profesor substituto de una perdida universidad americana, sus comentarios acerca de la vida se escudan en la literatura y al arte, con total clarividencia, previene al narrador de los peligros de la “infatuación” como bien anota Eduardo Botero refiriéndose a un mal de este siglo virtual, que no encaja muy bien en ninguna de las conquistas ilusorias de la modernidad.


El joven escritor, conoce el viaje a los infiernos de R.F. a través de cartas, correspondencia epistolar, entregada por el padre (médico ex -veterano de la II guerra mundial) al narrador, con la esperanza que la tragedia sea publicada. El padre al ensalzar las virtudes heroicas, ha lanzado a sus dos hijos a la pira del sacrificio, como un Abraham moderno inmola a sus dos corderos, de acuerdo a la interpretación brillante, que hace Botero al citar la obra de Primo Levy: ”Si esto es un hombre” , y de la aceptación de los individuos al poder de las masas.


Sin embargo, la crítica de Cercas a la sociedad norteamericana, que sigue su ciclo de “guerras sucias” en el oriente, tuvo en Vietnam, una memoria revelada, el país entero enarboló la bandera de los derechos civiles y se opuso a la guerra, quizás escritor que intuyó la ruptura emocional de la juventud norteamericana fue Salinger, no solo fue la palabra escrita, los bardos: Bob Dylan, Cohen, mujeres como Johann Báez, J.Mitchell cantaron contra la guerra.


A finales de los sesenta, terminaba mi educación secundaria en Ottawa (Canadá), muchos de mis amigos eran activistas contra la guerra de Vietnam, existía una red de resistencia a través de la frontera, donde los abstencionistas que hubiesen sido llamados a filas, pasaban a través de iglesias de diversos credos, alojados en casas de civiles desconocidos , huían de los rigores de la guerra, que la mayor parte de la juventud consideraba “injusta”, guerra impuesta por las políticas de Washington, recuerdo a los muchachos que ayudábamos a pasar por la gélida frontera, america-canadiense, las discusiones alrededor de chimeneas crepitantes y de reconfortante vino caliente.


Ottawa, ciudad multicultural, en la época , los quebecóis luchaban por su inclusión en el gran sueño canadiense, so pena del separatismo, edad de cambios y de gran optimismo a pesar de la guerra, cambios de paradigmas, quizás por mi vivencia personal , la novela de Cercas, me acerca a la otra cara de la moneda ¿Qué clase de ser humano, puede convertirse en una bestia, siendo en circunstancias normales, un hombre común y corriente?



Pienso que la obra de Cercas, forma parte del colectivo de novelas, poemas, música , cine de la época de Vietnam ; la aparición de una contracultura ,que cambió mentalidades y maneras de actuar,como lo anota Botero la guerra de Nam, fue el preludio de lo que se llamó ” guerras sucias”, los valores caballerescos , el discurso los valores humanos contra del autoritarismo, fue suplantado por las guerras del petróleo, de los recursos naturales y las drogas, los valores tradicionales : igualdad, fraternidad y libertad naufragarón en Viet- Nam , y minaron la potencia americana.



¿Es inherente a la condición humana, lo que ha sido llamado: la banalización del mal ( Hannad Arendt )? ¿Pueden las circunstancias históricas, desintegrar individualmente, y colectivamente a una sociedad ?


Según el análisis de Eduardo Botero, la desintegración de la personalidad de R.F. es propiciada por su experiencia de victimario, en una guerra “sucia” , que como la de Vietnam la población civil fue masacrada -daños colaterales- es el nuevo sofisma del discurso; comandos asesinos como Tiger Forcé que perpetró las masacres de May Lay, y de Muy Pei , pasaran a la historia como los “asesinos” de Vietnam; península arrasada por lluvia de bombas de napalm y su consecuencia más desastrosa: la ruptura del pueblo vietnamita en dos comunidades diferentes.


Eduardo Botero, se refiere al padre inmolador; a la “infatuación “del hijo débil ; aparente o verdadero? Fue en verdad un Humanista; respetuoso de mujeres propias y extranjeras, amante y asesino de infantes; o un monstruo en ciernes; el cambio, en la personalidad del victimario de mujeres indefensas, ancianos y niños, se gestó al pertenecer al batallón especial de asesinos. A nivel colectivo, el país fue destruido; como fue destruida la conciencia de América, cruel paradoja la de la población civil de Viet Nam, los aterrorizados habitantes, que sobrevivieron fueron masacrados por los Khmer Rouge en campos de concentración en Cambodia, es así, que democracia y el autoritarismo, cobraron al unísono sus víctimas . .



El análisis freudiano de Botero, acerca de la banalización del mal, nos lleva a los vericuetos de la sombría humanidad, la mirada desoladora de la desintegración de una personalidad aparentemente equilibrada, humanista y bien intencionada, nos cuestiona acerca de la especie humana, quizás, lo que logra salvar la esperanza son los testimonios de prisioneros de los campos, que se negaron bestializarse como Antelme , Primo Levis , Bruno Bettelheim, Kemtrez, Victor Frankl ,mujeres como Milena Kafka, Ana Frank, Irene Nemeroski y tantos otros y otras que han sacado la cara , por los valores solidarios de la especie humana.


La catarsis del victimario solo se logra, al sacar a la luz, los hechos ocurridos y sellados con un pacto de sangre. El padre, hombre reservado por su posición y prestigio social también saca a luz las cartas guardadas y protegidas. El Padre es agobiado por la culpa, como lo fue la sociedad norte-america, actualmente otros aires prosperan, presagio quizás de su decadencia como potencia unilateral. El victimario al reencontrar la esperanza de vida en el amor por una mujer y por los niños-se conmueve por los infantes- puede hablar de las masacres cometidas en Viet Nam , para evitar represalia contra su familia, a su turno se inmola, siguiendo el ritual del padre y sus ofrendas al gran Dios, vengativo y guerrero el cristianismo.



Pienso que la desintegración individual alcanza su nivel colectivo como sociedad a su decadencia, la incursión en Viet Nam, fuera de su derrota frente a la guerra de guerrillas, dejó a la civilización norteamericana muy mal parada, institucionalmente , el escándalo Nixon, un mercado abierto al comercio de drogas y estupefacientes , una generación de excombatientes de guerra, vagando por las carreteras de la América profunda, arrastrando secuelas de enfermedades mentales y adicciones.



El libro de Cercas, llega al momento donde el hombre se vuelve bestia y alcanza el clímax, más allá de” la velocidad de la luz”, momento de éxtasis de victimarios y asesinos, quizás romper el milenario tabú:” No matarás”, le da al hombre la satisfacción de jugar a ser el Dios vengador, creado por las civilizaciones de la edad moderna. El libro se cierra con la propia “infatuación” del narrador de la novela, alter-ego del escritor Cercas.



Pienso que el aporte de Eduardo Botero es un análisis magistral no solo de la patología del victimario sino de las secuelas de las sociedades enfermas de nuestra época; donde la sociedad colombiana tendrá su registro en el libro de la infamia, según Borges.


María Cristina Irurita Cruz,
Santiago de Cali, mayo 10 de 2011.

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