Por María Cristina Irurita
(Entrevista en la revista Semana por el Padre Francisco de Roux , S. J., publicada en la edición : (1518); por la periodista y politóloga María Jimena Duzán; reproducida, en su totalidad en la revista de la Universidad Javeriana, Bogotá, D.C./junio2011/N1268
María Cristina Irurita Cruz
En la citada entrevista, la periodista María Jimena Duzán, responde a preguntas planteadas en su libro: (Mi viaje al infierno, Norma: 2010) ; su libro crónica al mejor estilo de Truman Capote, entrelaza la pesquisa judicial del crimen de su hermana y de un grupo de campesinos en el Magdalena Medio, masacre cometida en Cimitarra, Santander, Colombia, en el año 1990. Simultáneamente es la historia familiar de mujeres valientes, luchadoras en la adversidad de la guerra fratricida que desangra a Colombia, desde los conflictos no resueltos de la Guerra de los 1000 días. La polifonía del texto de María Jimena, impecable como pieza judicial, devela la impunidad de la justicia colombiana que han sufrido las víctimas del conflicto interno, al mismo tiempo enmarca la tragedia colombiana en una narrativa hermosa, apasionada, relato de mujeres que cuentan esta historia de infamia, desde la mirada de madre, hermana, y sobre todo cronista de los hechos ocurridos.
Los personajes de la entrevista, han tenido experiencia de vida y muerte en el Magdalena Medio, el Padre Francisco de Roux, S. J. provincial de la Compañía de Jesús en Colombia y la periodista María Jimena Duzán, quien asume en esta entrevista su papel de víctima, y aboga por el reconocimiento , que debe hacer, la sociedad colombiana de la dignidad como víctimas. En una relación dialógica, M.J.D. como locutora interpela en el enunciado de la “la ley de víctimas” dentro del contexto del conflicto armado colombiano al Padre Francisco de Roux S.J. provincial de la Compañía de Jesús en Colombia, que como interlocutor válido, por su experiencia de 13 años en el Magdalena Medio colombiano enuncia su apreciación , en la entrevista:
1.- …“Antes de esa ley, el escenario era el siguiente: de un lado, un país institucional bueno, equitativo, sin corrupción totalmente transparente y, del otro, un grupo malo de guerrilleros y paramilitares y terroristas que podrían ser 30.000, que estaban atacando a ese país bueno…
En ese escenario, por supuesto, no había conflicto armado interno: tan solo un país bueno que estaba siendo atacado por un grupito de malos. Y lo que había que hacer era acabar militarmente con la maldad para que prevaleciera el país bueno, institucional, anticorrupto , transparente…”
2.- M.J.D. Adivino en sus palabras cierto cinismo…
“No, no es cinismo, es la realidad .Antes de la ley había un país que consideraba que nosotros los colombianos no teníamos ninguna responsabilidad con las víctimas, porque quienes las estaban causando eran unos malos y entonces había que cargarles a esos malvados todas las responsabilidades de lo que estaba ocurriendo”.
3.- M.J.D. Esa fábula fue la que se inventó el gobierno de Uribe durante ocho años para decir que en este país no había conflicto interno?
“Digamos que esa fábula, como tú la llamas-yo le digo ilusión-, no era sólo del presidente Uribe. También era la realidad en que venía comprometida gran parte de la clase dirigente, desde tiempo atrás. Ahora las cosas cambiaron: hoy podemos decir que aquí hay un conflicto armado interno, que hay razones muy graves por las cuales hemos llegado a ese conflicto, que hay muchas víctimas y que ahora reconocemos que todos somos responsables. Ese es el espíritu de la ley y creo que sugiere una transformación moral y política importantísima.”
4.- M.J.D. Una clase dirigente que no se inmuta ante datos alarmantes, como el de que somos el país de menor equidad del continente, ¿puede estar interesada en resarcir a las víctimas?
“Yo sí creo que hay cambios de fondo…Posiblemente esta sea una visión muy subjetiva, pero estoy convencido de que esta ley es un elemento necesario para la seguridad de este país. El primer paso para generar esa seguridad entre nosotros es la confianza. Y la ley dice que el problema es de todos y que entre todos vamos a tener que encararlo. De ahora en adelante, cuando los actores en guerra produzcan una víctima, cuando haya un secuestro o una desaparición forzosa, todos los colombianos vamos a pagar por eso y todos nos vamos a sentir involucrados”.
5.- M.J. D. Para mí-y debo confesar que yo soy una de las tantas víctimas de esta conflicto-, lo más importante de la ley es que nos devuelve la dignidad.
“El proceso de victimización lleva a las víctimas a creer que son seres humanos que no valen. Toda la presión los lleva a sentirse culpables : por algo los mataron; en algo tendrían que estar metidos si a sus familiares tuvieron que desbaratarlos…
6.- M. J.D. ¿Estará lista la sociedad colombiana para este tipo de cambios?
“Evidentemente hay una parte de la sociedad que anda a espaldas de la tragedia que vivimos. Eso se nota por la forma como se trata a los desplazados en los semáforos en Bogotá. Piensan que esas personas que piden limosna en las calles son un problema que ha venido a incomodarnos, a fastidiarnos, cuando somos nosotros los que hemos creado ese problema. Pero, le repito, creo que hay un proceso de fondo que se ha iniciado.”
7.- M.J.D. Lo veo muy optimista.
“Mira, los que hemos tenido que vivir el conflicto armado interno en el terreno y que nos ha tocado ver lo que les pasa a las personas que están sometidas a la guerra hemos descubierto que todavía hay jóvenes en la guerrilla que han tomado las armas porque están convencidos de que esa es la única solución para que hay justicia en el país .Eso es lo que yo llamo una ética de guerra, que no comparto, pero que está allí. Y no solo vi esa ética de guerra en la guerrilla, sino en algunos paramilitares y en algunos militares .Gente que está dispuesta a morir con tal de que otro muera porque lo consideran la encarnación del mal para su pueblo. Esas posiciones de conciencia, de lado y lado, son las que realmente constituyen una situación de conflicto armado.”
8.- M.J.D. ¿ Pero esa ética de la guerra sí es tan fácilmente definible? Hasta qué punto los paras del Magdalena Medio terminaron siendo dominados por los narcotraficantes y hasta qué punto hoy la guerrilla ha perdido su norte, convertida casi en un cartel ?
“Evidentemente hay quienes sacan provecho de la guerra, empezando por los mafiosos, que compran a los grupos paras para poder legitimarse, y los políticos corruptos. Pero mira: todos ellos se pegan a la guerra, una vez saben que hay un grupo de personas que están dispuestas a morir por una causa. Se pegan a la guerra porque la guerra es el escenario donde todo vale: el secuestro, las fosas comunes, la extorsión. Eso es lo que hemos vivido en Colombia y por eso es tan importante reconocer que hay un conflicto armado en este país, y que ese conflicto tiene que encontrar una salida.”
11.- M.J.D. Usted dice que la ley de víctimas no es solo una transformación moral, sino política…
“Sí. Me sorprende el esfuerzo de conciliación que se hizo. El partido Liberal, que a mi juicio comanda el proceso de la ley, logró una conciliación con partidos que son de derecha, como la U y el Partido Conservador, y a pesar de eso la transformación ha sido muy honda En ese sentido me parece una tontería que el Polo no la hubiera firmado. Evidentemente no captaron el cambio político ni ético que propone la ley. Habrían podido firmarla y a partir de ahí trabajar para mejorarla en los aspectos en que todavía es débil. Porque yo le voy a decir algo: estoy de acuerdo con la ley en su totalidad, pero desde luego tengo varios reparos.”
13. -M.J.D. ¿ Y no será que a estas ley puede sucederle lo mismo que ocurrió con la reforma agraria y no termine siendo aplicada?
“Puede pasar sí no hay una decisión muy grande de parte del Presidente. Por eso, creo que en el ente rector que se conforma debe haber una representación de las víctimas. También creo que se debería tener mucho cuidado en la conformación de las instancias regionales que prevé la ley .¿Quienes van a ser? ¿Cómo se les va a proteger? A mí me tocó vivir escenarios en el Magdalena Medio en que los jueces y fiscales locales estaban sometidos a los actores de la guerra.”
14.- M.J.D. El cristianismo siempre habla del perdón como principio de la reconciliación. Mario Uribe ha pedido perdón, otro tanto han hecho otros jefes paras, pero sin verdad ese cuento del perdón no le funciona a las víctimas…
“Perdón no significa impunidad…LAS VÍCTIMA (subrayado mío), solo pedían tres cosas: verdad, es decir, respóndanos por qué nos los mataron; segundo ¿dónde se los llevaron?, y tercero, ¿cómo nos garantizan que esto no vuelva a pasar ?Antes de poder pensar en el perdón y en la reconciliación hay que garantizarles a las víctimas estos tres puntos”…
15.- M.J.D. Sus opiniones en esta entrevista las dice como provincial de los jesuitas o como Pacho.
“Los jesuitas tenemos diversos puntos de vista sobre estos temas. Lo que dicho aquí es mi opinión.”
Análisis Crítico del discurso de la entrevista al Padre Francisco de Roux, S.J. a la periodista María Jimena Duzán.
En esta entrevista, la Locutora María Jimena Duzán interpela al Padre Francisco de Roux, asume una posición crítica desde un discurso apreciativo, los protagonistas proponen sus argumentos sobre un mismo tema: el enunciado de la ley de víctimas: junio de 2011.
La interlocutora como periodista; el Padre Francisco de Roux desde su posición de “hombre libre”, cómo Sócrates se pregunta ¿ cómo uno debe vivir?: ”Los jesuitas tenemos diversos puntos de vista sobre estos temas . Lo que he dicho aquí es mi opinión.”
Los protagonistas han vivido el conflicto armado colombiano en un mismo escenario: el Magdalena Medio; las víctimas que ha dejado la última “VIOLENCIA” colombiana, han sido regadas a lo largo y ancho del país, especialmente en zonas no institucionalizadas donde el narcotráfico ha reclutado a los ejércitos ilegales: paramilitares y guerrillas, tal como lo afirma la periodista y politóloga :
8.- M.J.D. … ¿ Hasta qué punto los paras del Magdalena Medio terminaron siendo dominados por los narcotraficantes y hasta qué punto hoy la guerrilla ha perdido su norte, convertida casi en un cartel?
La periodista y politóloga pregunta desde el punto de vista de los medios: ”el cuarto poder”, recordemos que el canadiense Marshall MCluhan enuncio en una época de cambios de paradigmas : ” El medio es el mensaje”. La periodista ” mensajera” de una sociedad con profundas inquietudes acerca de la reparación a las víctimas en el conflicto armado colombiano, M.J.D. como locutora y víctima pregunta a la sociedad colombiana sí está lista para asumir el genocidio cometido . Cuestiona la existencia y el poder del narcotráfico en la sociedad colombiana y la narcotización de los ejércitos al margen de la ley : narcotraficantes y guerrilla El escenario de nuestros protagonistas es el Magdalena Medio, el Padre de Roux, por su trabajo en los llamados laboratorios de paz y la periodista M.J.D. por sus investigaciones referentes al asesinato de su hermana Silvia Duzán y un grupo de campesinos en la región de Cimitarra (Santander).
El río de la Magdalena forma parte de la historia colombiana, que atraviesa de sur a norte, serpenteando entre las cordilleras de los Andes. El cronista español Juan de Castellanos dedicó odas a su fuerza y vitalidad en el siglo XVI, en las Elegías de varones ilustres de Indias, poema escrito por Juan de Castellanos: ( 1568 y ss. ) el soldado poeta no regresó a Andalucía, y durante toda su vida, que terminó en Tunja, se dedicó a escribir la epopeya del descubrimiento, especialmente en lo que se conocía como Nueva Granada. Su oda al río Yuma-llamado río grande de la Magdalena es exultante, su mirada se detiene en la fauna jamás vista por europeo alguno:
“Entre tanto que allí se detenían
E guías de la tierra se tomaban,
Muchos indios amigos que traían
En aquel amplio río se bañaban;
Pero cuantos entraban no salían,
Antes la mayor parte se quedaban,
Con ser escelentes nadadores
Siempre desparecían los mejores.”
T.2, pág.380
…
“Hallábase la gente descontenta
Ansí soldados como capitanes,
Y a ningún español se representa La causa ni razón destos desmanes”
T.2, pág. 380
“Hasta que ya cayeron en la cuenta
De voraces lagartos o caimanes,
Fiero dragón y acuática serpiente”
T.2 pág. 387: (Elegía de Varones Ilustres de las Indias:1587)
G. G. Marquez ha dejado el registro pasional de lo que significa el río de la Magdalena para los colombiano en su novela : ”El amor en los tiempos del cólera”: (1985:191 y ss.):
“Además, aquel año había estallado un episodio más de la guerra civil intermitente entre liberales y conservadores, y el capitán había tomado precauciones muy severas para el orden interno y la seguridad de los pasajeros.”…
“Florentino Ariza soportó los rigores del viaje con la paciencia mineral que desconsolaba a su madre y exasperaba a sus amigos: No alternó con nadie .Los días se hacían fáciles sentado frente al barandal ,viendo a los caimanes inmóviles asolándose en los playones con las fauces abiertas para atrapar mariposas , viendo las bandadas de garzas asustadas que se alzaban asustadas en los pantanos, los manatíes que amantaban sus crías con sus grandes tetas maternales y sorprendían a los pasajeros con sus llantos de mujer. En un mismo día vio pasar flotando tres cuerpos humanos, hinchados y verdes, con varios gallinazos encima . Pasaron primero los cuerpos de dos hombres, uno de ellos sin cabeza, y después el de una niña de pocos años cuyos cabellos de medusa se fueron ondulando en la estela del buque. Nunca supo, porque nunca se sabía, si eran víctimas del cólera o de la guerra, pero la tufarada nauseabunda contaminó el recuerdo de Fermina Daza.
El escenario mítico del río de la Magdalena ha sido uno de los escenarios más tumultosos del conflicto armado, hoy como hace 500 años es fuente de riquezas, de hombres ávidos por el oro negro, de grandes plantaciones de palma africana y con la llegada del narcotráfico , una frontera de lo real e irreal, de lo lícito y de grandes ganancias de lo ilícito, a todo lo anterior se, el auge minero, que como todo proceso de explotación inmisericorde de la naturaleza, reparte la ganancia del capital en la desigualdad, en detrimento de grandes masas de campesinos que deambulan en los poblados del gran río con la miseria a sus espaldas.
Conocí la zona del Magdalena Medio a finales de 1980, después de los Acuerdos del Frente Nacional, Colombia vivía una calma chicha, solo turbada por las proclamas de un grupo subversivo el M19, una época de crisis empezó con la toma de la Embajada de la República Dominicana, seguida del genocidio del Palacio del Justicia y de los magnicidios de los hombres públicos de su generación: Luis Carlos Galán, (1989) y demás hombres valiosos de su generación . Al igual que Juan de Castellanos y el Florencio Ariza del Gabo, me impresionó la naturaleza: grandes lagartos que mostraban sus panzas al aire tomando el sol en las riberas del Magdalena, iguanas tornasoladas inmensas y aves doradas. Mi destino era la plantación de palma africana Promociones Agropecuarias Monterrey en Puerto Wilches , Barrancabermeja. Las tierras del Magdalena Medio , sembradas de palma africana fueron concesiones del Instituto de Fomento Industrial (I.F.I.) a grandes familias de la tradicional clase dirigente colombiana entre ellas la del actual presidente colombiano: Juan Manuel Santos, el mismo modelo desarrollista-revolución verde- seguido por el ex -ministro de agricultura del gobierno Uribista, Andrés Felipe Arias, en la Orinoquia colombiana (Carimagua) ; oportunamente descalificado ,ya que el pequeño campesino pierde su seguridad alimentaria en pos de un sueño que beneficia solo al gran capital.
8.- El Padre Francisco de Roux:
…”Todos se pegan a la guerra, una vez saben que hay un grupo de personas que están dispuestas a morir por una causa. Se pegan a la guerra porque la guerra es el escenario donde todo vale: el secuestro ,las fosas comunes, la extorsión . Eso es lo que hemos vivido en Colombia y por eso es tan importante reconocer que hay un conflicto armado en este país y que ese conflicto tiene que encontrar una salida.”
El enunciado del Padre de Roux es muy importante para la sociedad colombiana, el reconocimiento del conflicto armado colombiano significa la aceptación de la aplicación del Derecho Internacional Humanitario para las partes , es lamentable para una sociedad la existencia de” campos de concentración tropicales” al mejor estilo de los Popo-vuh de Camboya, donde los secuestrados son sepultados en la selva tropical de por vida.
13.-La periodista expresa su reticencia en la aplicación de la ley de víctimas y pregunta:
¿Y no será que a esta ley puede sucederle lo mismo que ocurrió con la reforma agraria y no termine siendo aplicada?
Desde su inicio como nación republicana, la clase dirigente colombiano adoptó un modelo excluyente, concentracionario y discriminatorio, recordemos que la C.N. 1886 (Ríonegro), establecía que era ciudadano colombiano, todo varón, mayor de edad, blanco, católico, apostólico y romano, y por supuesto propietario de tierras, después de muchas Reformas Constitucionales, logramos promulgar la C.N. 1991, una constitución multicultural, participativa y deliberativa, en la letra ,pero la realidad de los ejércitos paramilitares, cuyo objetivo era la refundación de la República arrasó con el discurso filosófico y hubo una contra-reforma agraria en manos del narcotráfico ,es así que la inquietud de la periodista es la de los colombianos.
13.-
“Puede pasar si no hay una decisión muy grande de parte del Presidente .Por eso, creo que en el ente rector que se conforma debe haber una representación de las víctimas. Quiénes van a ser? ¿Cómo se les va a proteger? A mí me tocó vivir escenarios en el Magdalena Medio en que los jueces y fiscales locales estaban sometidos a los actores de la guerra Perdón no significa impunidad. Cuando yo estaba en Puerto Berrío en ese escenario lleno de ladrillos que le cuento, las víctimas solo pedían tres cosas: verdad, es decir, respóndanos por qué nos los mataron; segundo, ¿dónde se los llevaron?, y terceo,
¿Cómo nos garantizan que esto no vuelva a pasar? Antes de poder pensar en el perdón y en la reconciliación hay que garantizarles a las víctimas estos tres puntos.
El diálogo entre MJD y el Padre de Roux es fundamental para la sociedad civil, le ley de víctimas y restitución de tierras es imprescindible en el proceso de reconstrucción de Colombia como nación democrática y el camino viable para salir del laberinto de cien años de olvido.
Bibliografía
www.ley de víctimas y restitución de tierras.
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