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E. BOTERO T.

viernes, 29 de abril de 2011

VIÑETA PARA UN RETRATO DE FAMILIA

Eduardo Botero T.
"Si arrastré por este mundo
la vergüenza de haber sido
y el dolor de ya no ser..."
(CUESTA ABAJO.  Gardel-Le Pera)


En nuestra familia existió un hampón, un gángster.  De cuello blanco operaba en las altas esferas de la sociedad y de la mafia local.  Mi padre, desde que dicho individuo ingresó en la familia, no volvió a comer quesito con bocadillo, el único placer público que le conocíamos.  Su tristeza infinita encubría una rabia que todos sabíamos cierta.  Pero hicimos lo que se hace en estos casos y algo más, excepcional: no hablar del asunto y rechazar todo regalo que proviniera del hampón.  Una vez le escuché susurrar a mi padre que le provocaba “picarlo en pedacitos”.

No era un hampón cualquiera, qué va.  Era un duro.  Un capo.  Sabía ser soberbio y no ganaba amigos así no más de entrada.  Mi hermana espació sus visitas a nuestra casa,  pero nunca nos retiró el saludo.  Su malandro cónyuge le prohibió que nos visitara diciendo que todos éramos unos perdedores. Por las páginas sociales del periódico local, nos dábamos cuenta de las fiestas en las que ambos participaban.  Mamá seguía votando, cada cuatro años, por los nuevos amigos de su criminal yerno, decía que nos equivocábamos quienes los acusábamos de cómplices.

Mis dos sobrinas nunca nos visitaron.  Sabíamos de ellas por amigas de las amigas de otras sobrinas.  Una vez recibimos fotos a través de internet  y las encontramos muy parecidas a nosotros.  Temimos por la vida de nuestra hermana.  Pero ella llamó a mi mamá y la tranquilizó cuando se enteró de nuestro temor.  “Son de él, mamá”, dizque le dijo, “él me obligó a hacerme las pruebas”.  Pobrecita mi hermana, pero siempre le gustaron los tipos así: codiciosos, altivos y soberbios.  “Ganadores”, los llamaba, “son unos ganadores”.

Hasta que un día el malandro perdió.  Los pedacitos de su cuerpo picado aparecieron mezclados en un tonel de material sintético relleno con cemento.  La noticia fue motivo de escándalo por parte del diario en que solía aparecer en sus páginas sociales.  “Ajuste de cuentas entre mafiosos”, fue uno de sus titulares.  En casa el teléfono no paraba de sonar.  Como si nosotros tuviéramos algo que ver con las andanzas del pícaro.  Y hasta la fecha no falta quien desee insinuar algo para que el tema salga a colación.  Nosotros soportamos, solidarios, la vergüenza de mi hermana y de las dos sobrinas, como propia.  

Nunca, a ninguno de nosotros, le dio por decir que a nuestro familiar político lo había matado la guerrilla, ni cosa parecida.  Aunque era lo que se acostumbraba.  Mi padre siempre dijo que se era hombre no solo en la cama, sino en la vida.

AYN RAND EN 1950

AYN RAND
"Cuando Ud. advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando Ud. repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá, afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada."

AYN RAND (1950).

sábado, 23 de abril de 2011

“LA VELOCIDAD DE LA LUZ” DE JAVIER CERCAS

JAVIER CERCAS
Toda novela es autobiográfica y esta lo es más que cualquiera.  Su autor (Javier Cercas, La velocidad de la luz, Tusquets editores, 2005) no hace ningún esfuerzo por disimularlo, es más: se vale de hacerlo explícito para hacernos divertir con el final, después de habernos llevado a lo largo de la lectura suspendidos de la pregunta acerca de si lo novelado no es en sí mismo esa novela que estamos leyendo. 


Lo que más me ha asombrado de su escritura es la fácil resolución que el autor le da a la relación entre su propia historia como escritor con la historia de la amistad de la que trata esta novela, la suya con Rodney Falk, el malogrado excombatiente de Vietnam, miembro de la tenebrosa Tiger Force del ejército norteamericano encargada de realizar lo peor del trabajo sucio en esa guerra. 

EXTRACTO DE U



Cuando Napoleón fue más Napoleón (Napoleón bioquímicamene puro, extracto de Napoleón) ya no tuvo retorno: su campaña en Rusia lo delató más apegado a la infatuación, a creerse Napoleón, a la espera de Watterloo.

Cuando Hitler fue más Hitler (Hitler bioquímicamente puro, extracto de Hitler) ya no tuvo retorno: su campaña en la Unión Soviética lo delató más apegado a la infatuación, a creerse, él mismo, Hitler, a la espera del suicidio cobarde.

Cuando Rodney Falk, el personaje de la novela de Javier Cercas, "La velocidad de la luz" fué más Rodney Falk (Rodney Falk bioquímicamente puro, extracto de Rodney Falk) ya no tuvo retorno: su campaña con la Tiger Force en  Vietnam lo delató más apegado a la infatuación, a creerse, él mismo, Rodney Falk, a la espera de la depresión y el suicidio valiente.

Ahora que Uribe es más Uribe (Uribe bioquímicamente puro, extracto de Uribe) ya no tendrá retorno: su principal aliado lo delató más apegado a la infatuación, a creerse, él mismo, Uribe.  ¿Qué le espera?

viernes, 22 de abril de 2011

LECCIONES FUNDAMENTALES PARA ADOLESCENTES IDEM


COLECCIÓN DE SACACORCHOS
Eduardo Botero Toro


Ayer impartí una lección fundamental a una adolescente ídem, mi hija. Bueno, ya cumplirá este próximo mes, 20. Le enseñé a usar el sacacorchos, instrumento indispensable –aunque no insustituible- para degustar el vino.  También le hablé de otra alternativa, la que usábamos en mi juventud: doblas una toalla cuantas veces sea necesario doblarla, la colocas contra la pared y empiezas a golpear el culo de la botella contra ella: el corcho irá saliendo progresivamente, hasta que los dientes ayuden a finalizar el propósito.  Disculpas, mil disculpas, a los enólogos, pero así hacíamos.

martes, 19 de abril de 2011

ELOGIO DEL ABURRIMIENTO

Por: Santiago Alba Rico


El capitalismo prohíbe básicamente dos cosas. Una es el regalo. La otra el aburrimiento.

SANTIAGO ALBA RICO
Cuenta Sor Juana Inés de la Cruz, la gran poetisa, monja y feminista mexicana del siglo XVII, que en una ocasión la abadesa del convento de los Jerónimos, a cuya regla estaba sometida, le prohibió leer y escribir y la mandó castigada a la cocina. Allí entre los fogones Juana Inés estudiaba y escribía con la mente; es decir, pensaba. Del huevo y de la manteca, del membrillo y del azúcar, mientras cortaba y amasaba y freía, sacaba una consideración, una reflexión, un hilo interminable de conjeturas, y esto hasta el punto de llegar a afirmar con desafiante ironía en su conocida carta a sor Filotea: “Si Aristóteles hubiera cocinado, habría pensado más y mejor”.

Si a Juana Inés, en lugar de a la cocina, la hubiesen mandado a Disneylandia, donde se hubiese aburrido menos, quizás habría dejado de leer, estudiar y pensar sin ninguna prohibición.

jueves, 14 de abril de 2011

TRES TIEMPOS ENTRE DOS SIGLOS: GÜNTER GRASS




LICENCIA SOLICITADA A LAS NORMAS DEL ENSAYO


Mi hija, M., va a cumplir los 18.  Es lectora sin otra ambición que la de alimentar su escritura.  Dice: “yo no leo para recordar, leo para aprender a escribir.” Es algo que celebro: hay cosas de nosotros que deseamos también para nuestros hijos.  Ambos, a decir verdad, lo celebramos en la intimidad de nuestro hogar.  Ella, me lo ha dicho, prefiere que sus aficiones pasen lo más desapercibidas posibles pues siente que si las diera a conocer se granjearía la desconfianza de sus pares.  Me hace pensar en este tiempo en el que la desconfianza de muchas personas se dirige hacia gentes como ella, a la par que entregan ciegamente toda su adhesión a otra clase de personajes. Dice que sus amigos prefieren no hacer preguntas acerca de nada, salvo del último modelo tecnológico y, a duras penas, acerca de cuánto vale y dónde se consigue.

martes, 12 de abril de 2011

DINÁMICA DE LAS CACERÍAS DE BRUJAS: ACTUALIDAD



Por Eduardo Botero T.


“Así pues, cuando en el mundo actual tribunales, comisiones o equipos de investigación diversos investigan movimientos políticos, ideológicos o religiosos supuestamente subversivos movidos por la idea de que tal investigación revelará los nombres y las actividades de los enemigos de la sociedad, nos hallamos en presencia de un fenómeno que guarda un llamativo parecido con los centenares de cazas de brujas qu se dieron en Europa en la Edad Moderna.”

Brian P. Levack


La conclusión con que Levack termina el capítulo seis de su libro (Ver: Brian P. Levack. La caza de brujas en la Europa Moderna.  Alianza Universidad, Madrid, 1995) arroja una advertencia que los siglos posteriores a la Edad Moderna se han encargado de confirmar sin que la firma de convenios, tratados y acuerdos internacionales, muchos de ellos suscritos por gran parte de los países del mundo, haya podido evitar. 


Este capítulo 6 de tal libro nos interesa sobremanera para los fines de este ensayo.  Se titula Dinámica de la caza de brujas y en él su autor se  detiene para profundizar en lo que fueran aquellas condiciones previas y desencadenantes de la persecución, las características propias del desarrollo de esas cazas (las pequeñas, las medianas y las grandes) y el final de las mismas.



DEL ABORDAJE DEL TEMA


Pero Levack nos ha advertido, desde el comienzo, que es importante, antes de abordar directamente su tema, considerar la forma en como ha sido abordado dicho acontecimiento por los investigadores.  Coloca la subjetividad del investigador, como objeto fundamental de investigación.

lunes, 4 de abril de 2011

EL HORIZONTE DE NUESTRA ÉPOCA VIII










EL GOCE EN LO COTIDIANO



Eduardo Botero Toro


Un acontecimiento banal, el cotejo Santa Fe VS Millonarios, ocurrido el pasado 3 de abril de este 2011.  Una escena y una declaración. 


La escena.  La cámara panea a la hinchada “azul”: una de las barras hace una variación del saludo nazi, extiende cada uno su brazo derecho en dirección al campo de juego, supongo que hacia el lado que ocupa “su” equipo.  La modificación, también intrascendental pero no por esto menos elocuente: en lugar de extender la totalidad de la mano, la  cara interna de la falange distal del dedo índice reposa sobre el la parte dorsal de la falange distal del pulgar.  Ignoro si previamente habrán besado esa que suele hacerse como señal de la cruz expresando la fuerza divina sobre la que se ampara un juramento.