A PROPÓSITO DEL TEXTO DE E. BOTERO "POSIBLES REMEDIOS CONTRA LA BANALIZACIÓN DEL MAL".
NOTA: PUBLICO ESTE TEXTO CON EL ÁNIMO DE HACER POLÉMICA. PERTURBADO EVIDENTEMENTE, SU AUTOR DA TESTIMONIO, CREO YO, MÁS DE SU OLFATO QUE DE SU LECTURA. PERO DE TODOS MODOS ES BIENVENIDO. EDUARDO BOTERO
El articulista ya trae un diálogo de atrás, ainterlocutado con un texto que a los escasos lectores de "Posibles remedios contra la banalización del mal" desconocemos por completo. Por lo tanto,espectamos a medias esta parla entre semejantes, duchos psiquiatras, psicoanalistas, psicóticos, psicolocos ¡whatever!, a mí me da igual.
Se destaca que la reflexión no es la de un "normopata" sino la de un señalador autorizado que si ve, que propone su desadaptación, su corolario revolucionario endilgándose él en su texto como paradigma del deber ser de un defensor de los subjetivo que busca 'abrir los ojos' y evitar a toda costa los "sujeticidios".
Cita cifras y personajes del campo en el que se mueve, también enseña estadísticas y diagnósticos alarmantes que poco o nada él comparte, y que dan a suponer que la sociedad de hoy es una fábrica de tics, taras y trastornos de todos los pelambres; entonces uno se cuestiona si acaso padece cualquiera de esos males someramente referidos (recuérdese que el texto va dirigido a los de su propia especie que ya comparten un mismo lenguaje): un trastorno de hipersexualidad (que no me vendría nada mal en estos tiempos de abstinencia), un trastorno mixto de ansiedad depresiva (como el que veo a mi alrededor que padecen casi todas-todas las mujeres) o si es que estoy tan desórbitado que sufro de un trastorno de espectro de autismo (con lo cual no me queda más que ponerme a practicar uno de esos deportes para limitados físicos y mentales y participar en las próximas olimpíadas FIDES). O si acaso se trata de todas las anteriores.
Por supuesto, no podía faltar en un artículo a lo E. Botero sus dlirios de hombre políticamente comprometido que insta a los normópatas a despertar de su letargo y transformar la sociedad desde una óptica más actuante que no inlcuya -como según él sucede ahora- la mera interpretación de los acontecimientos. Entonces me parece estar leyendo al doctor del Polo, al papa noel ese, al trsitemente célebre para la mayoría de los colombianos ("normópatas" nos llamara Botero) el extinto Carlos Gaviria, que no hay lugar a dudas se trata de toda una cima del pensamiento a la manera de ver de Botero (a propósito que estará pensando ahora que su admirado Jorge Robledo, "el senador de todos", que quiso encubrir las ilegalidades de sus copartidarios, tan ético él tan indeclinable en sus denuncias, ja. ¡tremendos marrulleros resultaron estos del Polo, no). Si, el de Botero es un discurso que sigue siendo cavernario, rancio hasta los tuétanos.
Entonces, un artículo donde se fundan -o se confundan-: psiquiatria, historia (universal y colombiana) y política se convierte en todo un coctel molotov para los incautos, un acto de fe mediatizado por la ideología de su autor. El texto dejó de ser un documento científico deslindándose también de alcanzar una ponderación seria de los hechos y ni siquiera logra trascender el nivel más elemental de la simple opinión concienzuda.
Son los afanes de un sujeto con urticaria por la norma, dicharachero de apuntes ocurrentes, que mezcla y revuelve un poco de aquí un poco de allá pretendiendo dar la dimensiónde autoridad a sus siempre tendenciosas reflexiones, conduciendo oponiendo a pensar (¿será eso posible?) a los lectores hacía el franco redil de sus marcas ideológicas ya por todos conocidas.
Si la estadística da para todo como dice él, incluso para "la estulticia disfrazada de conocimiento", creo que el psicoanálisis (según él lo ve como una ciencia y un arte... jajajajjajaj) da incluso para disfrazar de conocimiento la propia ideología cosechando vítores y vivas entre sus pares que seguro lo tienen por reputado y le dan la razón; lectores sin mérito confundidos por un prestidigitador de voz y tamaño sobresalientes pero de unas ideas fijas hoy ya muertas.
Recomiendo a quienes leen a Botero en su blog "masalladelprincipiodeldivan", no caer en él, leerlo con anteojos antibrillo que permitan proteger las ideas propias de su agazapado colonialismo ideologizante; sus consideraciones estarían mejor al interior de un partido político pero no entre lectores libres abiertos al discurrir de las ideas más que de las ideologías, ya que en este campo, como cualquiera puede sospecharlo, todos tenemos las propias.
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