Entrego este video de cinco, polémico, con motivo del lanzamiento del libro de Onfray sobre el psicoanálisis y particularmente, como su título indica, acerca de lo que el llama, auxiliándose con Nietzche, EL CREPÚSCULO DE UN ÍDOLO. Otro debate necesario y actual.
Más divertido que "salsa rosa". Recorde una de las consignas del manual del buen vendedor: Conozca su producto. Los Psicoanalistas no deberian preocuparse, esto no cambia nada. Y, Eduardo:
ResponderEliminarUsted que tiene que decir?
Una magnífica oportunidad para re-pensar el psicoanálisis y el acto psicoanalíticos. La verdad no es potestad de uno solo.
ResponderEliminarY eso que Onfray se queda corto en sus acusaciones y no se aventura en denunciar los fraudes y las imposturas personales y teóricas de Freud y sus secuaces.
ResponderEliminarComo los buenos sectarios fundamentalistas, los psicoanalistas defienden a su mesías-fundador, a su institución y creencias, así como a sus bolsillos, acusando, tergiversando y estigmatizando a quien los denuncian. Ellos, como las religiones institucionalizadas, son maestros del engaño y efectivos inquisidores. Que se cuide Onfray de sus hogueras.
Por fortuna y al fin, un personaje influyente y mediático como Onfray, amplificó el poder de las denuncias que en los ámbitos más discretos de las ciencias ya se vienen haciendo, desde hace medio siglo, contra Freud y el pernicioso daño que el psicoanálisis ha causado y causa en los individuos, en la familia y en la sociedad.
Ojalá el libro de Onfray se convierta en "bola de nieve". Es mucho lo que queda por denunciar.
Correción: las "denuncias" contra Freud llevan más de medio siglo y la rigurosidad de la crítica de Onfray se desvanece cuando constatamos que no hace más que repetir muchas de ellas. Hace un poco más de medio siglo sus libros fueron quemados por las hordas hitlerianas, lo que motivó un comentario sarcástico de Freud: "¡Cómo hemos avanzado! ¡En la Edad Media me habrían quemado a mi!"
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