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E. BOTERO T.

domingo, 19 de septiembre de 2010

PSICOANALISIS EN EXTENSIÓN XII -SUEÑOS Y GRUPO


En el marco de la realización del Proyecto de Atención Psicosocial a Desplazados del Centro del Valle del Cauca de la Cruz Roja Colombiana con la Secretaría Departamental de Salud, nos interesa precisar la correlación entre el grado de afectación de las mujeres cabeza de hogar desplazadas -y la disposición a superar los efectos de determinismo del acontecimiento traumático- con respecto a reanudar sus vidas en condiciones de superación y de mejoría en su condición humana.

Hemos de concretar algunos conceptos desde el punto de vista teórico-clínico, luego de una síntesis acerca de los hechos y de una advertencia  que inmediatamente presentamos, con el fin de avanzar en el esclarecimiento de las distintas problemáticas que se presentan durante la intervención.

Síntesis de los hechos

Tomo, literalmente, del documento redactado por el Equipo de Derechos Humanos del CINEP y titulado El desplazamiento forzado: Entre las vías de hecho y la improvisación gubernamental, una síntesis acerca de los hechos ocurridos y que dieron lugar a los desplazamientos en el Centro del Valle del Cauca:

“Una de las regiones actualmente más afectadas por la acción paramilitar, y en consecuencia por el desplazamiento forzado, es la del Valle del Cauca.  Según el último informe sobre el país de Human Rights Watch, Los lazos que unen: Colombia y las relaciones militares paramilitares, presentado en febrero del 2000, en respuesta al secuestro perpetrado por el ELN a cerca de ciento cuarenta feligreses en la Iglesa de La María en Cali el 30 de mayo de 1999, oficiales en servicio activo y en reserva de la Tercera Brigada del Ejército formaron el Frente Calima, con la asistencia de Carlos Castaño.  Los oficiales activos suministraron inteligencia y apoyo logístico y los de reserva asumieron algunos de los puestos de mando.  Sus miembros estaban integrados principalmente por paramilitares procedentes del norte del país, y fueron alojados inicialmente en propiedades de presuntos narcotraficantes que les ofrecieron recursos.

“En julio de 1999, continúa el informe de Human Rights Watch, funcionarios locales y de la Defensoría del Pueblo empezaron a recibir denuncias sobre la aparición del Frente Calima.  Durante el fin de semana del 11 de agosto, hombres armados asesinaron a cuatro campesinos cerca de Tuluá.  El 7 de agosto, hombres armados capturaron a la líder comunitaria Noralba Gaviria Piedrahita, que fue atada y llevada a los alrededores de Ceilán, cerca de Bugalagrande, donde fue ejecutada.  El 22 de septiembre, las autoridades descubrieron los cuerpos mutilados y descuartizados de siete hombres cerca de Tuluá.  Es este último mes, se estimaba que en esta zona del departamento habían sido asesinadas cerca de cuarenta personas.

Entre julio de 1999 y febrero de 2000 se calcula que por lo menos unas cuatro mil personas tuvieron que abandonar sus residencias y sus sitios de trabajo en las zonas rurales de los municipios de Tuluá, Buga, Sevilla, Bugalagrande y San Pedro, debido a estas graves violaciones de los derechos humanos, que se iniciaron en la región con la incursión de los grupos paramilitares.  Los lugares de recepción de los desplazados fueron particularmente las cabeceras municipales de Cali, Tuluá y Buga.  Entre 1990 y 1996, cerca de cuarenta y cinco mil personas desplazadas arribaron a Cali, y se estima que diariamente llegan por lo menos tres familias (Fuente: Comisión Vida, Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Cali, “Desplazados: entre el miedo y la pobreza”, 1997, p.8).  Según CODEES, en 1999 llegaron a Cali  9.070 personas a Tuluá, a Jamundí 2.570, a Buga 2.020, a Buenaventura 1.289, a Pradera 733, a Sevilla 599 y a Bugalagrande 500 (Tomado de Albeiro Salazar Builes, “El Valle: escenario de guerra y desplazamiento”, Boletín Informativo No. 7 de diciembre de 1999, Coordinadora Colombia-Estados Unidos, Santa Fe de Bogotá, p. 9).  Hacia finales de 1999, en el albergue de Tuluá se encontraban 657 desplazados y se atendía a 800 personas diariamente, y en el de Buga se encontraban 161 personas, correspondientes a 46 familias”.

Hasta aquí, el informe tomado del CINEP.  Es de precisar que los combates en la zona rural del municipio de 
Tuluá (Barragán, etc.) se han intesificado hacia finales del 2000 y comienzos del 2001, acrecentando el desplazamiento que, esta vez, ha optado por  el departamento del Tolima, toda vez que conocen de las condiciones infrahumanas y de indignidad en que se encuentran las poblaciones de desplazad@s en los municipios receptores del Centro del Valle del Cauca y en la capital del departamento, Santiago de Cali.

La advertencia

Creemos que un trabajo de investigación-acción participativa, no puede equivocarse planteando como dialéctica (de imposible trámite, por demás) la contradicción entre teoría y práctica.  Un teoricismo alejado de la acción o una acción alejada de toda meditación reflexiva, creemos, igualmente conspiran contra la posibilidad de establecer una verdad acerca del objeto de intervención, verdad a partir de la cual será posible poner en acto las estrategias diseñadas con el fin de aportar a la población toda la voluntad de ayuda que se desea y se crea necesaria.

Conformar Equipos de Intervención con el presupuesto de que unos son los llamados a “pensar” y orientar y otros los llamados al solo “hacer”, resulta a la postre debilitando la acción y, por añadidura, impidiendo el establecimiento de un pensamiento necesario para que esta transcurra como debe transcurrir.

La difícil relación no puede llevarnos a sortearla con una división tajante del trabajo en teoría y en práctica.  Que resulte dispendioso para un profesional reportar por escrito lo que ha hecho durante su labor, no indica que este profesional deba quedar excluido de su obligación, que es la de dar cuenta de su actividad, no a la manera del conocido informe de gestión sino como debe ser en un proyecto de atención psicosocial: dejando salir, desplegando, exponiendo, toda su subjetividad, esta misma comprometida y afectada “por” su ayuda al afectado y, por tanto, expuesta a extraviarse en la parálisis emocional y en la alexitimia, pero también a contribuir a la construcción de conocimiento necesaria para cualificar una labor de por sí difícil y, pragmatismo exclusivo mediante, siempre estéril.

Esto quiere decir, que en una acción de tipo psicosocial, los efectos que el trabajo produce en quienes lo realizan, también pueden manifestarse por la vía de una inhibición para dar testimonio de lo realizado mediante el necesario informe (verbal o escrito): la adversidad, no obstante, no puede ser considerada exclusivamente fuente de privación, frustración o inhibición,  toda vez que una reflexión permanente en grupo, permite derivar los beneficios de una extensión de la subjetividad y de la posibilidad de traducción de esta en efectos de trabajo.

En un texto publicado por la Cruz Roja Danesa1, el capítulo 3 se refiere a la ayuda profesional y al apoyo del que ayuda (“Crisis intervention, profesional help and support to the helpers”).  Sostiene que lo que ocurra en la relación entre el que ayuda y el afectado es impredecible y que el cómo puede afectar al que ayuda, es desconocido. Pero que, tanto el que ayuda voluntariamente y quien lo hace como profesional, ambos necesitan cuidados de apoyo resultando esencial que ellos reconozcan que lo necesitan.

El enorme esfuerzo que deben realizar para contener las dificultades de las personas que están en crisis, la exigencia de conservar una escucha empática y una cierta tolerancia a saber esperar los resultados favorables de su intervención, no solamente plantean retos que involucran la emocionalidad del que ayuda a otros que sino también a sus relaciones con su propia familia y con su trabajo específico.

La supervisión y las sesiones de grupo son propuestas como instrumentos de ayuda al que ayuda, regidos por las reglas y especificaciones propias del control o supervisión de trabajadores de lo “psi”.

En consecuencia con lo anterior, nosotros hemos planteado que el informe escrito es una buena forma de lograr con el funcionario, el contratista y con el voluntario, la posibilidad de someter su quehacer con los afectados a unas exigencias elementales que, como las de la escritura, “obligan a” –como suele decirse- “ordenar las ideas”, expresión que bien sirve para refrendar el objeto que nos proponemos con indicarla.  No se exige al profesional, al voluntario o al funcionario que HAGAN LA TEORÍA sino que EXPRESEN, DEN CUENTA, TESTIMONIO, de los efectos de su quehacer en su propia subjetividad y, de esa manera, ofrezcan elementos de juicio indispensables para establecer el modo de organizar la supervisión, la sesión grupal de apoyo o la reunión del Equipo de Intervención Psicosocial ampliado… y, por tanto, la teoría de un trabajo que es resultado de una concertación en Equipo.

Porque:

- 1. Las temáticas… de terror, de recuerdos atados al acontecimiento traumático, de propósitos de retaliación y venganza, de pérdidas insuperables de familiares o de bienes…
2. La ininterrumpida hostilidad de los guerreros contra la población de desplazad@s
3. La violación constante a las Normas que protegen al personal que apoya a l@s desplazad@s…
4. La continuación de la vida en circunstancias difíciles, más difíciles que antes de que se produjera el acontecimiento traumático…
5. El imperativo de ofrecer una ayuda de calidad, humana, solidaria, equitativa, empática…
6. La afectación que la guerra misma produce en tod@s l@s colombian@s , incluíd@s quienes participamos en Equipos de Intervención Psicosocial…

Todos estos elementos hacen obligatorio  plantearse como un objetivo de la intervención la atención a aquellos que ayudan a otros a superar sus conflictos.  La escritura de informes es uno de los tantos instrumentos que pueden ser empleados, y mejor servicio se puede prestar si los mismos no son tomados como “exigencias de teorización”, que nada tiene que ver con el objetivo propuesto.

Lo cual no quiere decir que dichos informes no sirvan como “insumos” (y como intentos) necesarios tanto para dar cuenta de una labor que se realiza como para efectos de postular hipótesis de trabajo que sirvan a los propósitos del proyecto tanto como a otros participantes de una ayuda que congrega a tantos grupos humanos, gubernamentales o no.

Como se ha practicado hasta la fecha, primero han sido los talleres los cuales pretendían lograr lo que es una primera fase de toda intervención cual es la toma de conciencia.  Desafortunadamente una cierta presión que no fue debidamente contenida, tuvo éxito en impedir la realización completa de esa fase.  Por ejemplo, una discusión acerca de la condición del desplazado, de las características del mismo, de su participación dentro de la problemática del conflicto, de sus características de identidad, de sus maneras particulares de acometer la existencia diaria (tanto desde la respuesta al apremio de la vida como en su condición lúdica, de diversión, de descanso), la existencia de modos particulares de ser afectad@s, l@s ancian@s, las mujeres, los niños, las niñas, l@s adult@s, el inventario de capacidades, experiencia de trabajo con grupos, etc.  todo esto tuvo que aplazarse   en aras de satisfacer una exigencia perentoria de acciones que   procedía más de una cierta ansiedad no elaborada que de una evaluación ecuánime.

Después de los talleres, hasta donde fue posible realizarlos, ha venido la fase de intervención propiamente dicha.  Es una intervención simultáneamente de diagnóstico y de apoyo. Esto no obedece a un cierto prurito academicista, universitario o “teórico”.  Quienes trabajamos como psicoanalistas o en prácticas de un modo u otro influenciadas por el psicoanálisis, sabemos que no existe una cronología entre el diagnóstico y el tratamiento.  Que toda intervención es simultáneamente de diagnóstico y de tratamiento, que para efectos de comprensión en esta presentación asimilamos con “acción”.

Ahora bien, la acción terapéutica es una parte de la intervención psicosocial que también contempla la conformación de grupos productivos destinados a dar una salida en lo socioeconómico –pero también en lo emocional y por eso han sido llamados Proyectos Productivos en el marco de una Terapia Ocupacional- a sectores de la población desplazada y a necesidades de la población misma.

Nuestra advertencia, pues, está sustentada en las anteriores líneas.  Sujeto de una intervención, la intervención no deja sin afectarle y en tanto que se mantenga sujeto a ella, será preciso contar con formas de revelar la afectación pero también de darle trámite en la perspectiva de dar palabra a lo inefable, organizar el desorden y elaborar mediante la clarificación y la comprensión de lo que ocurre.

Esto arroja como resultado una cierta forma de fortalecimiento institucional, toda vez que el equipo que se conforma lo hace en virtud de reconocerse por fuera de una heroicidad de cuyos negativos efectos se tiene conocimiento y que en virtud a su superación se ha considerado pertinente obtener una asesoría precisa.  La institución Cruz Roja podrá contar con una experiencia y un saber necesarios para continuar en su labor humanitaria de atención de los problemas de l@s desplazad@s luego de participar en un proyecto para el cual contaba con unas coordenadas precisas definidas por ella misma, pero necesitando un modelo de cómo llevar a cabo las mismas en beneficio de la obtención de los objetivos propuestos.

Sueños y grupalidad

En el 2º informe de asesoría pudimos avanzar un poco en develar el propósito que se persigue al conformar grupos para efectos de llevar a cabo la atención psicosocial.

Allí escribimos:

“El dispositivo grupal lo entendemos como aquel ‘espacio de transición en el que el sujeto asume una posición activa a partir de lo cual emite sus propios trazos; es una estancia de cruce entre lo individual y lo colectivo, que propone no solamente el despliegue de la singularidad deseante sino también la posibilidad de arribar a acciones instituyentes a nivel de lo comunitario’1.  Pero el sueño no carece de virtudes semejantes: siendo el soñante uno, la escena que recuerda haber soñado y cuenta2 muchas veces congrega a “otros”.  Grupo y sueño son a la vez espacios de lo singular y de lo plural, en tal sentido, espacios en los que cada sujeto da cuenta de su particular manera de representarse la vida con otros”.

La agrupación es siempre demanda (implícita o no) de contribuciones que implican por lo menos poner en cuestión los alcances de la subjetividad sobre los otros.  Si hay posibilidad para acciones instituyentes a nivel comunitario, esto ocurre en virtud de que se produzca el despliegue de la singularidad deseante y la puesta en común de los decires (expresados como opiniones, críticas, interpretaciones, propuestas, etc.) estableciéndose una cierta obligatoriedad para la realización de la escucha y la palabra “atentas”.

Que es justamente lo que el acontecimiento traumático reveló imposible: el acto guerrero, el de la impiedad, el del incendio y la bala donde las palabras fueron aquellas propias del momento en sí, imperativas, afrentosas, culpabilizadoras, retaliadoras; por otra parte, las palabras inútiles solicitando piedad, pidiendo auxilio a una autoridad que nunca se presentó para cumplirlo, tratando de coordinar simultáneamente la eficacia de una defensa que el desarme acentuó imposible, tratando de salvar la vida de alguien…

La grupalidad, entonces, como instancia de recuperación emocional, lo que apuesta es a tratar de devolver a las palabras la misión para las cuales la humanidad se las encontró en su vida: para poner orden en la confusión y el caos.  Esta vez en la confusión, el caos, la emocionalidad y la parálisis propiciadas por la contundencia del acto de la sevicia y por la imposibilidad de establecer una defensa airosa*.

Se nos dirá que soñamos.  Puede ser.  Será un caso singular en el que lo que deseamos es que exista un Estado que, en su letra, gusta  presentarse como evidente haciendo alarde de eficiencia y eficacia, proponiéndose ejecutivo para la mirada internacional vigilante al tiempo que revelándose, cuando no en la complicidad de algunos, sí, por lo menos en la incapacidad manifiesta.

Ahora bien, los sueños, ¿a qué vienen?

Escribe Grunebaum en la Introducción de la presentación del libro Los Sueños y las Sociedades Humanas3: “Apenas hay fase alguna de la vida de la comunidad y del individuo en que no desempeñen un papel los sueños” (p. 18).  Este autor clasifica a estos de acuerdo con coordenadas que se pueden inferir al momento de presentarlas:

1)     El soñador recibe mensajes personales
2)     El sueño constituye una profecía privada
3)     Los sueños aclaran la doctrina teológica
4)     El sueño atañe a la política
5)     El sueño es un instrumento de profecía política

Aunque esta clasificación la obtiene de la tradición medieval musulmana, no deja de representarnos un motivo de interés establecer que, en lo que se refiere a los sueños relatados durante las asambleas de mujeres cabezas de hogar, por lo menos la segunda y tercera categorías (profecía privada, aclaración de lo religioso) estuvieron presentes en algunos casos.  Como no deja aún de sorprendernos  haber descubierto que, en la población de Buga, algunas mujeres practicaban la tradición de contarse sus sueños antes de las ocho de la mañana, para que los malos augurios profetizados en los mismos no fueran a cumplirse en la vigilia.

En lo que concierne a una tradición como la occidental, afectada por el progreso científico y en el que no dejan de progresar, también, el esoterismo y las doctrinas de la Nueva Era, hoy contamos con el aporte de Sigmund Freud quien desde la publicación de la Interpretación de los Sueños, inició un camino que cuando menos eliminó la disociación existente en su época entre la realidad  de la vigilia y la de la vida despierta.  El sueño ya no revela el pensamiento de tal o cual dios, sino el del soñador mismo.
Roger Callois4 sintetiza de este modo uno de los efectos de esta nueva verdad: “Dos clases de problemas concernientes a los sueños han solicitado siempre la atención de los hombres.  Estos se han preguntado por una parte qué podían significar los sueños, y por otra parte cuáles eran sus relaciones con el mundo de la vigilia o, si se quiere, qué grado de realidad convenía atribuirles”.

Así, por ejemplo, los hurones, siglos antes que el psicoanálisis, “estiman que los sueños manifiestan los deseos secretos de la conciencia y que un deseo insatisfecho no es menos pernicioso que un veneno o que un ácido que realiza implacablemente su trabajo subterráneo”5  Lo que se revela aquí es que el sueño de algún modo (y el psicoanálisis postulará UNO), amén de profetizar la realidad futura, también es una manera para que el individuo pueda colocarse en guardia frente a su propio pensamiento.  Soñar con una victoria antes de la guerra es tan importante como soñar con una defensa victoriosa que no ocurrió en la realidad de un acontecimiento traumático pasado.  A qué conceder la confianza, si a las imágenes del sueño o a las percepciones de la vigilia, siempre será un impasse al que deberá enfrentarse el sujeto, máxime cuando las percepciones de la vigilia le revelan como evidencia que toda la racionalidad supuestamente traducible en la eficacia de un Estado protector, demuestra su insolvencia e inconsistencia dejando a los criminales el camino abierto para obtener sus victorias pírricas.  Entre esta evidencia y, por ejemplo, soñar con carne, objeto al que las soñantes atribuyen la cualidad de anunciar la muerte  cuando aparece como imagen onírica, escoger lo segundo como prueba de realidad, resulta más eficaz para salvar la vida que esperar que ocurra lo primero.  De ahí que hayan optado por la fuga (el desplazamiento) en lugar de quedarse a esperar la presencia de una autoridad supuesta por sí misma como eficiente.

Ahora bien, esto en cuanto a un correlato entre el papel del sueño y el papel de la acción subsecuente.  Pero habíamos manifestado que el grupo permitía el despliegue de la singularidad deseante; entonces ahora es el momento para justificar que los grupos constituidos (llamados Asambleas de Mujeres Cabeza de Hogar), iniciaran su actividad mediante la presentación personal y el relato, de cada una, al grupo.  Repitiendo de Roger Callois, lo siguiente: “…no existe nada más personal que un sueño, nada que encierre más a un ser en una soledad irremediable, nada más reacio a la coparticipación.  En la realidad todo se experimenta en común.  El sueño, al contrario, es una aventura que el soñador ha vivido solo y sólo él puede recordar”.6  Al relatar su(s) sueño(s), la soñante revela de sí un elemento de su singularidad que, puesto en circulación con el resto de las demás, abre posibilidades a las cuales una escucha especialmente atenta a lo que sucede en/con ese intercambio, sabrá inferir las posibilidades que indicarán el camino del acompañamiento a seguir con todas y con cada una de ellas y su traducción en acciones instituyentes a nivel comunitario.

Se trata, entonces, de establecer una demostración de la imposibilidad de una, si se quiere, despersonalización invicta de las afectadas, ya evidentemente agredidas no solamente por la acción de los guerreros (que las declaran a ellas, junto con otros, a todos bajo la sindicación de colaboradoras) sino también por quienes las representan como estadística, como definidas por un aspecto parcial de su existencia, contribuyendo al desplazamiento de la condición de sujetos a aquella bajo la cual las agrupan.

Quien siga atentamente esta reflexión, podrá inferir que quienes vamos a trabajar con esta población, estamos siempre e inevitablemente afrontando una disyuntiva: la que definen, por un lado, una caracterización necesaria para delimitar el objeto de la intervención, y, por el otro, la necesidad de operar de tal modo que sea la subjetividad –y la singularidad, por tanto- el objetivo a lograr.  Inevitablemente producimos: “mujeres cabeza de hogar”, desplazad@s, “víctimas”, afectad@s, niñ@s, etc.  Entonces, al momento de intervenir con una política que busque superar los efectos de las marcas deterministas de la memoria y contrarrestar el desplazamiento de la condición de sujetos a la condición de (víctimas, desplazad@s, afectad@s, etc.), deberemos configurar espacios y procedimientos que den cuenta de un trámite explícito a esta disyuntiva.

Nosotros hemos escogido la vía de la agrupación y la de los sueños, para poner en acto el intento por efectivamente superar la contradicción planteada.  Pero, por supuesto, aun no nos hemos referido al modo de proceder al momento de analizar la “producción” realizada en las Asambleas…

Los psicoanalistas sabemos que ante el sueño relatado estamos es ante eso: ante un relato.  Intentar siquiera lograr imaginarnos las mismas imágenes que nos transmite el soñante, sería tan ilusorio como detenernos a corroborar que cuando alguien nos dice la palabra “caballo” ambos estaremos imaginando el mismo “caballo”.  Y así con TODAS  las palabras…

Tampoco nuestro interés apunta a establecer si el sueño es corroboración incuestionable de una realidad que nos interese demostrar.  Si bien desde Hipócrates sabemos que algunos enfermos del corazón sueñan primero con el infarto antes de que les ocurra, no podemos concluir que todo sueño con infarto ES anuncio de  la enfermedad.  Esta especie de realismo -tan habitual en ciertos medios- es superado incluso por la tradición popular que adjudica un valor a las imágenes oníricas distinto del que ellas, en sí mismas, representan.

Para nosotros, que alguien sueñe reiteradamente con un acontecimiento traumático,* representa algo más que la evidencia de un mal, y, más bien nos resulta constatación de cómo el psiquismo, a través de la repetición, apela a esta para efectos de elaborar (trabajar) los destinos, en el sujeto, del acontecimiento traumático y la correlación de este con la estructura específica del sujeto.

Si se quiere, la repetición de sueños (incluimos las pesadillas), no es evidencia de UN trastorno sino, por el contrario, evidencia de UN recurso de elaboración.  Dado el imposible de un real de la repetición, que esta ocurra, es una oportunidad inigualable para apreciar los modos de afrontamiento por parte del sujeto frente al real del acontecimiento traumático en relación con su estructura.

Escuchar un relato del sueño, es ante (y tras)  eso que estamos.  Pero, ¿qué hacemos con ese relato?  Es más: ¿qué hacemos con la confluencia en la temporalidad de una reunión con la sucesión de relatos aportada por las participantes?  Un sueño, tras otro sueño, tras otro… Y el orden de la sucesión “dejado” a la libertad de decisión del grupo (unas veces sigue las manecillas del reloj, otras al revés, en otras es “desordenado”…)

Cada sueño y la sucesión de sueños.  Estamos ante dos posibilidades para establecer nuestro objeto: su singularidad y su conexión con la singularidad de otros sueños relatados.

En “Escritura del sueño y escritura jeroglífica”7, Pascal Vernus recuerda que “Freud definió explícitamente el ‘contenido’ del sueño como una transcripción (Ubertragung) bajo forma de jeroglíficos de una lengua, la de los ‘pensamientos’ del sueño” (p. 133).  Esta aseveración, que es llevada por Vernus al punto de hacer una comparación entre el procedimiento freudiano y el desciframiento propiciado por Champollion (quien primero descifró los jeroglíficos egipcios), conduce a esta otra conclusión: la razón que asistía a Freud para combatir “la explicación tradicional del sueño por el símbolo” (p. 140).  En el sueño los elementos contenidos no operan como una simple colección de símbolos.  En tal sentido no solamente se aparta de una cierta tradición milenaria sino de la tradición popular actual que “trabaja” en tal dirección, adjudicando a cada imagen el valor de representación simbólica de un acontecimiento.  Dichos elementos “incluso si ofrecen un sentido habitual más o menos constante, permanecen siempre abiertos a procesos que pueden desplazar, modificar, enriquecer, incluso invertir ese sentido en función de su rol en la cadena constituida por el ‘contenido’ del sueño; su inventario queda abierto a todo acrecentamiento según las necesidades de expresión” (p. 141).  Esta característica del sueño, la encontramos también en la escritura, capaz de adaptarse a infinitud de exigencias…

El “desciframiento” de un sueño está, por tanto, ofrecido al “intérprete” como algo que difiere de una simple colección de símbolos.  Esta escritura figurativa de algún modo es resultado de una transferencia que opera desde el lenguaje del pensamiento del sueño   Interpretar un sueño significa, psicoanalíticamente hablando, descifrar una escritura figurativa..  No se trata de una traducción palabra a palabra, ni signo a signo… 8  

No sigue una regla predeterminada ni es representación de una especie de diccionario de símbolos oníricos preestablecido… y mucho menos, “autorizado”.

Pero nuestra experiencia apela a cuatro momentos: 1) cada participante relata un sueño (o puede relatar varios, si  desea); 2)a continuación, se invita a que cuatro-cinco participantes conformen un grupo; 3)que cada grupo produzca un libreto que contenga los sueños de cada participante que conforma este grupo; y 4) deben dramatizar ese libreto, a la par que pasarlo por escrito.El momento de la discusión final: efectos, suposiciones, propuestas, comparaciones con lo vivido, nuevas re-significaciones…

Momento del sueño (“individual”), momento del relato (“individual/social”), momento de la realización del libreto (“social”), momento de la escritura del libreto (“social/individual”), momento de la representación dramatizada (“social/individual”), momento de la discusión, en grupo, de lo relatado y lo dramatizado.

Cada momento de la reunión, es momento del grupo.  El primero ofrece la sucesión: ¿qué sueño “va” (es relatado) después de cuál? El orden de la sucesión elegido por el grupo ¿se corresponde con una sucesión en el orden de los relatos? ¿Aparecen “cosas” que no cesan de repetirse? (y de las que los lapsus, equívocos, chistes, interpretacione ofrecen corroboración o contradicción)

El momento de la realización del libreto: ¿qué sobreañade a lo relatado? ¿Existe un decir que excluido de la primera parte de la reunión sí aparece ahora? ¿Uno solo de los relatos, excluye al resto?

El momento de la escritura (y sobre todo, después, el de la lectura): ¿lapsus ortográficos, neologismos, regionalismos… ofrecen al lector revelaciones de sentido? Así mismo: uso de mayúsculas, minúsculas… la letra escrita en todos los avatares de la subjetividad expuesta, allí, en ese escrito que no contrapone lo elemental a lo complejo…

El momento de la dramatización: el cuerpo y el texto, el chiste y la representación, la grupalidad operando sobre los dramas de cada uno re-significando lo soñado a través de lo actuado… Orden de los relatos y orden de la representación (contraste), sueños elegidos (cuando un sujeto contó varios y elige solamente uno para dramatizar o cuando un grupo se decide por uno excluyendo a los otros))…

Siendo, pues, el sueño, una escritura figurativa, apelamos al orden del relato, el cuerpo de la dramatización y la escritura del libreto, como posibilidades de realización de los sueños relatados.  Cada grupo lo hace a su modo.  Así, por ejemplo, existen casos en los cuales, el grupo de cuatro-cinco personas, elige escribir y dramatizar, uno solo de los sueños, dejando los de los demás “sin” aparecer, haciéndoles “brillar por su ausencia”.  ¿Qué sucede allí con esos sueños que habiendo sido relatados, el grupo eligió des-representarlos? Aquí apelamos al sentido que el psicoanalista concede a lo que se oculta, a aquello que habiendo estado una vez visible, se invisibiliza, se camufla o “desaparece”.

Subjetividad y afectación

“Preguntarse por las consecuencias del desplazamiento forzado y los procesos de intervención psicosocial nos obliga a identificar y comprender la manera como este fenómeno afecta a los individuos, teniendo en cuenta que el individuo es social, y que en consecuencia lo que suceda en su emocionalidad, en su identidad y de manera mas amplia en su bienestar, será siempre el resultado de las interacciones  con su medio social (familia, comunidad, entorno) y de la  apropiación y construcción subjetiva que hace de ellas”.1

No nos limitaremos a considerar que exclusivamente la responsabilidad sobre lo que se quiera denominar como bienestar, sea siempre el resultado de las interacciones del individuo con su medio social y de la apropiación y construcción subjetiva que haga de las mismas.  Es más: creemos un deber reafirmarnos en una de las preguntas que da origen al psicoanálisis: ¿cómo es que los hombres (y, por supuesto, las mujeres) buscando el bienestar siempre se encuentran con el sufrimiento?

No obstante, si lo metapsicológico es también el resultado de una construcción (no por esto menos real que lo que la construcción revela) entonces podremos reservarnos el derecho a tomar por “afectación” no solamente al sufrimiento sino también al modo en que la subjetividad da testimonio de que un hecho procedente de la agresión propinada por otro no le ha sido indiferente.  Tanto quien se instaura en una marca determinista de la memoria, y desde esta instauración apela a una parálisis en la vida, como aquel que a partir de lo vivido decide cambiar radicalmente de modo de vida y replantearse todos los valores que hasta el momento había tenido como referentes de existencia, tanto uno como el otro, podemos decir, han sido afectados por el acontecimiento traumático.

Hemos podido constatar, por lo menos en el Centro del Valle del Cauca,  dos modos de ser desplazad@s:  el de aquell@s que se localizaron en viviendas de familiares y de amigos o asumiendo ell@s mism@s el pago de un alquiler por la vivienda, y el de aquell@s  otr@s que terminaron por convivir en un Albergue temporal (como es el caso de l@s desplazad@s que se encuentran en el Coliseo de Guadalajara de Buga).  Tanto a nivel de adult@s como de niñ@s, la diferencia ha sido señalada por todos y cada uno de los que participan de las actividades con las poblaciones.

En el primero de los casos, la privación de un lugar ha sido sustituida por la construcción de otro, que, independientemente de su temporalidad o de la forma de propiedad conseguida, ha dado por lo menos oportunidad de proponerse un rehacer la vida que se expresa en la alta motivación para las ofertas de aprendizaje de oficios varios y la gran capacidad de trabajo en equipo.

En el segundo, a excepción de una sola familia que fue capaz de señalar con precisión su espacio valiéndose de cobijas y de colchas no solamente para establecer un límite con el exterior sino, incluso, valiéndose de ellas para establecer límites interiores, de resto tod@s se agruparon por familias, sin que entre el espacio habitacional de unas y otras medie ningún límite, excepto el virtual.  La gran dificultad para el cumplimiento de horarios de trabajo, la dificultad para realizar trabajos en equipo, el nivel de agresividad entre niños y niñas, denotan un comportamiento contrastante con el de los mencionados en el párrafo anterior.*

La organización de las sesiones de Evaluación de Riesgo Psicosocial, la participación de niñ@s en las actividades de apoyo psicoterapéutico y de recreación, la participación en los grupos productivos, prácticamente en todas ellas se hace notar la dificultad para que las labores transcurran sin contratiempos ligados a la desidia, el olvido, la agresividad o la desesperanza manifiestas.

La privación de un lugar y su sustitución por otro que no cumple con elementos que permitan siquiera una relativa analogía con el perdido, se agrega al aplazamiento permanente de la promesa de “tierra prometida” (en Yotoco) que se les ha venido haciendo desde hace meses.

Las condiciones mismas del Albergue (que, como por irónica paradoja lleva el mismo nombre del barrio estrato 6 que se encuentra al frente del Coliseo), colocan al visitante ocasional, frente a circunstancias que conspiran contra toda norma mínima de dignidad.  Particularmente el lugar destinado a l@s ancian@s revela condiciones de existencia denigrantes y vejatorias, capaces de hacer evocar el estado de los hospitales en el siglo XIV.  La ausencia de  programas de Atención Primaria en Salud,  de Educación en Salud, de Saneamiento Básico (el día en que hicimos nuestra visita, llevaban dos días sin agua), destaca la precariedad de una oferta de atención médica que, limitándose a la simple labor de consulta, insiste en no aparecer directamente a estudiar las condiciones de higiene, de ventilación y de aireación allí existentes, tornándose la misma en un ritual de alcances mínimos agravada tal situación por la pobreza de la dotación en el botiquín en el que simbólicamente la existencia se reduce a una buena cantidad de anticonceptivos…

No solamente han perdido un lugar, sino que, al que han tenido que acceder, por oferta hecha a regañadientes de los cuales da testimonio el abandono de las autoridades de la ciudad receptora, representa el lugar del deshecho y del abandono. La incomodidad con la ocupación del espacio es reportada tanto por representantes de la población receptora como por habitantes del albergue, llegándose a un acuerdo tácito entre ambos de desgano frente a la realización/participación en actividades de apoyo y de solidaridad.

Lo revelador es que los habitantes del albergue no dan paso mediante la utilización de las palabras al efecto que estas condiciones de vida producen en ellos.  Sabemos, por declaraciones individuales, que el albergue mismo ha pasado a competir con el motivo del desplazamiento forzado para constituirse en verdadero acontecimiento traumático.  Es más, parece ser que, en la reunión del Comité de Desplazados, a donde tiene asiento un representante, este no ha llevado queja alguna al respecto. 
Silencio elocuente, por lo demás, toda vez que la promesa de tierra prometida parece aplazarse cada vez más.

Las historias personales de afectación traumática con el motivo del desplazamiento, no parecen arrojar mayor gravedad en esta población que en la de los otros desplazados.  Igualmente los casos de asesinatos de familiares, de huídas intempestivas en la noche dejando abandonadas todas las cosas del lugar de habitación, la permanencia bajo retención por parte de algunos de los grupos de guerreros que asolaron sus respectivas regiones, todo esto se presenta tanto en l@s desplazad@s de Buga como en l@s  de San Pedro y Sevilla.

Habiendo ganado, con el Albergue, techo y comida, curiosa paradoja,  algo de lo cotidiano se ha perdido: el desplazamiento mismo. O mejor, la libertad para desplazarse.  Para la vida social, ir a visitar a alguien, implica desplazarse, pasar por tal o cual sitio, tomar tal o cual vía, tocar la puerta o llamar desde una portada…. En el albergue esto no va más: el vecino está allí mismo, al lado, inmediato, sin mediar siquiera una colcha, una cobija que obligue a preguntarse si está o no… que obligue a llamarle en voz alta.

Igualmente para l@s niñ@s: el hogar, la calle y la escuela, eran antes tres espacios diferenciados, cada uno con su propia lógica de convivencia, cada uno con sus propias historias, cada uno escenario distinto de los distintos dramas.  Espacio para los secretos (de alcoba, complicidad entre amigos y entre amigas, etc.), al desaparecer, vuelven pública toda vida privada, disponen el retiro al descanso en la alcoba de una tribuna de testigos incómoda y desesperante, obligan al parecer ser no como una elección voluntaria sino como un comportamiento forzado.

Para efectos de diseñar programas de atención psicosocial, esta realidad debe contar al momento de definirlos.  Lo que es solución temporal, debe considerarse, contribuyente en la producción de problemas emocionales o de comportamiento.  Tal como en las personas hospitalizadas, la hospitalización misma en algún momento pasa a constituirse en etiología productora de síntomas (desconexión, fracaso de la razón, etc.).

Pero, ya está señalado, independientemente de haber terminado en un albergue “transitorio” o de haber tenido por destino un traslado del lugar de vivienda a otro en el cual pudieran conservar su independencia, lo cierto es que la afectación de l@s desplazad@s se revela a través de testimonios desgarradores y de comportamientos que nos hacen ver  las tragedias de las primera y segunda guerras mundiales, significativamente inferiores.  Por lo menos estas tuvieron el verdadero sentido de lo transitorio, de lo limitado en lo temporal: 1914-1918 y 1938-1945.  Entre nosotros, no acabando aún de comprender aquel período de nuestra historia que conocemos bajo el nombre de La Violencia, pronto lo que comenzó en 1948 aun no termina y, por lo visto, la intensificación de la crueldad, de la sevicia y de la cobardía criminales, no parece tener fin.

Lo doloroso de lo vivido no solamente se percibe en relatos manifiestamente incapaces de traducirse en eufemismos o generalizaciones.  Lo que los media banalizan en su bazar de ratting y de anunciantes, la realidad revela casi cercano a la dimensión de lo inefable.  Convocatorias a asistir a fiestas obligatoriamente y días antes de cometer una masacre en la que cayeron víctimas algunos que habían sido previamente invitados a tal festejo, muertes propiciadas contra ciudadanos inermes ante los ojos de sus familiares, alcance de la puntería contra niños y niñas indefensos cuya “equivocación” parece ser simplemente la de haber nacido, amenazas contra mujeres que se negaron a aceptar cortejos de uniformados de todo tipo, bombardeos (de todo tipo) propinados en regadera y sin reparar la presencia de población civil presa entre los fuegos, todo esto y mucho más contribuye a expresar todo el horror de una guerra en la que indistintamente todos los guerreros son denunciados.

La pluralidad de testimonios resulta condensada en la realidad de un destino que encuentra en el destierro protección transitoria y nuevos acontecimientos traumáticos.  Expulsados de una tierra en la que, por lo menos, derivaban de la pervivencia de su cultura y de los gestos solidarios de otros, beneficios para los cuales no era necesario planear el día a día, ahora la que los recibe no cesa de revelarles su estrechez de comprensión y de mira para entenderlos: “carga”, “desagradecidos”, “vivos”, “falsos desplazados”, “acostumbrados a pedir”, etc. son expresiones que se escuchan en la cotidianeidad de los poblados receptores y en boca de muchos de sus habitantes sin distinción de credo, de raza o de rango en la jerarquía de la democracia municipal.  A la carga emocional que representa la amenaza contra la vida, ejecutada la fuga que por lo menos salva de una segura muerte, el/la desplazad@ se tiene que enfrentar a toda clase de comportamientos mediante los cuales el receptor no cesa de enrostrarle, en una combinatoria reconocible de palabras, de acciones y de gestos.  Las piscinas públicas, por ejemplo, se vuelven prohibidas para que en ellas entren l@s hij@s de l@s desplazad@s.  El desempleo pasa a ser adjudicado a su presencia.  Las enfermedades transmisibles, ahora adquieren una nueva y discriminatoria etiología mostrando, de nuevo, la pudibundez de los pseudoanálisis de corrillo, que es el único referente capaz de aconsejar a quienes se dedican a pulir sus respectivas imágenes de redentores.

Sin embargo, cuando nos damos la oportunidad de establecer una relación uno-a-uno con quienes se anticipan a muchos de nosotros en la vivencia del destierro y de la huída intempestiva, el espejo nos devuelve la condición humana que a la adversidad, responde con corajudos intentos por impedir su victoria. 

La cantidad de testimonios de seres humanos gravemente afectados en su existencia por la crueldad de los guerreros, y que dan cuenta de proezas realizadas con el fin no solamente de preservar la vida sino mantener las posibilidades de investir al futuro en la permanente lucha por transformar el yo ideal en verdaderos ideales del yo, son cognoscibles sí y solo sí quienes guardamos alguna responsabilidad ética en el orden de nuestra asistencia y nuestra profesión, nos colocamos a distancia de una mirada que confunde la ansiedad del sufriente con la demanda absoluta de alivio, la tristeza del que ha perdido todo con una supuesta  convocatoria a una falsa caridad de nuestra parte, el malestar cotidiano  expresado a través de palabras y de actos con afrentas que explicitan un supuesto desagradecimiento.*

¡Con cuánta pudibundez se disfraza aquel que, a nombre de representar a los pobres, cuestiona un proceder que efectivamente facilita para estos, acceder a posibilidades de tomar en su pensamiento el dolor, apelar al precario pero a veces eficiente concurso de transformar lo inefable en lenguaje, disponer la subjetividad afectada para hacer uso de recursos de recuperación que conspiran eficazmente contra lo invencible del acontecimiento traumático!  ¡Cuánta disposición para presentar como conclusiones de sesudos análisis, lo que no es más que retórica prejuiciosa para mantener el dogma de que los pobres son imbéciles y de que el pensamiento es exclusivamente monopolio de unos cuantos!

Si existe humanidad en la expresión de un dolor, de la misma da testimonio no solamente la queja sino también el descubrimiento de la dignidad, del orgullo y de la negativa a sucumbir.  Que huyan, desarmados, de las balas, no alude a la cobardía sino a la sensatez: guerreros y redentores asistencialistas, coinciden en representarse la misma como efectos imperecederos de la pusilanimidad y la cobardía.

Dispuestos los espacios propicios, vencidos los prejuicios conceptuales y las arengas procedentes de quienes se benefician con el malestar haciendo ley e imperativo categórico su permanencia como redentores, entonces la afectación subjetiva dará elementos de juicio nuevos, producirá efectos impredecibles, ablandará dogmas y determinismos de la memoria   y revelará posibilidades traducibles en intrusiones de la comunidad en la creación de unas nuevas formas de relacionarse entre sí y con los demás.

Por tal sentido nos negamos a hacer un inventario de quejas.  Preferimos contribuir a la creación de espacios grupales en los que el despliegue de la subjetividad y de la singularidad, sean contestación a la fabricación de eufemismos y generalizaciones que corroboran el desplazamiento desde la condición de sujetos hacia la condición de víctimas, tierra abonada para que sean otros los que piensen por nosotros, otros los que actúen por nosotros y otros los que procedan luego a cobrarnos con intereses de sangre, sus supuestos servicios.

Sevilla

Sucedió en la asamblea de mujeres cabeza de hogar en Sevilla, Valle. 

Transcribiré las notas de bitácora de la Trabajadora Social, M. L. R.:

A las 10:25 am se inició la reunión con 13 mujeres.  M. –la psicóloga encargada de coordinar esta actividad- saluda y agradece la asistencia a nombre de la Cruz Roja Colombiana, la Cruz Roja Francesa y la Secretaría de Salud Departamental.  Se presenta y presenta a LO y a MLR.  Las invita a darse la oportunidad de estar en este espacio, a relajarse y estar dispuestas a participar.  Agrega: “les vamos a pedir que nos digan su nombre y nos cuenten un sueño”. 

DA comienza diciendo: “yo una vez tuve un sueño que iba por unas escalas que iban hacia arriba.  MI hermano me decía ‘Moli: suba’.  Muy arriba salió un viejito, con un palo, el viejito nos dividió, él quedó arriba y yo abajo, él no subía como yo subía, él subía como por el aire… me caí.  Eduardo, ayúdeme (le gritaba)… yo quería subir… el viejito de barba blanca salió de las nubes…”  M- le pregunta si lo relaciona con algún sitio.  “No, esas escaleras aparecieron…”

LSV(1): “hace seis meses me soñé en medio de dos ríos corrientosos, en el medio una casa pobrecita… Comenzó a nublarse el cielo, oscuro, como si fuera a llover; yo era con ese temor, pensaba que me llevaba el río, tejas de cartón, pensaba en los dos niños.  Salí, vi al cielo, se abrió el cielo, se vio clarito como cuando va a hacer buen día… “ La señora vio a la virgen cuando el cielo aclaró…. M.  le pregunta si reconoció el sitio.  R/ “No”  P/”¿Qué sintió?” R/ “Me dio alegría de ver a la virgen….” (Aclara que es la primera vez que cuenta este sueño)

BAG narra su sueño: relacionado con el papá” (no logro escuchar, se escuchaba a un niño llorar). M.  le dice: “¿cree que no ha descansado?” R/ “murió de infarto, puede ser”.  La señora continúa diciendo que sueña con que la persigue un monstruo, vuela, encuentra un arma y no es capaz de disparar…”.

YP dice que sueña mucho con muertos, “cada que tengo un sueño así a los días me pasa… cuando mataron al primer hermano mío a los tres meses me soñé que mataban al otro y lo mataron”.

LSV(2) comenta que también a ella le sucede: cuando sueña algo, sale. M.  le pregunta si ha soñado con algo.  R/ “con chance, el 793… hay risas y comentarios sobre el tema de sueños con números.

LAA: “yo me sueño mucho con los pollitos, que llego a una finca y me aparecen muchos pollitos, sueño con mucha gente, unos negros, otros blancos… dicen que me van a matar, yo me pongo a orar y salgo volando y se quedan aterrados”.  LL le dice: “usted va a ser Superman, yo se lo descifro…”.  “O Flash”, dice otra señora.

LOA dice que sueña despierta cosas inalcanzables, sueña que quiere un carro… Su intervención produce risas y comentarios diversos como sueños con dinero… Luego otra señora dice haber soñado que se le habían caído todos los dientes y despertó.

AV dice que particularmente se sueña con carne y casi siempre muere alguien…

CM: “he soñado a veces con gusanos barba-india y Santa María, estaba en una finca y por todos los lados me salían gusanos” continúa narrando pero pierdo atención.

MAG dice que el sueño que más ha recordado es la muerte de la mamá, siempre había deseado que cuando ella muriera se la llevara… soñó que llegaba a un hospital habían enfermos con sábanas, se acostó, la mamá le preguntaba si quería ir con ella, le decía que ya no, que ahora estaba bien… No registro detalles de este sueño pero para la señora era importante resaltar que en el sueño ella le pedía a la mamá que la enterrara con zapatos.

LMG: “Yo soy de Cumbarco, hace un año me vine, sueño mucho volviendo a mi pueblito, viviendo, llegando con mis corotos… Hace quince días soñé muy maluquito, viviendo allá, llegó un tío (yo estaba enferma, tenía esta pierna enferma), él me dijo: llegaron los para y mataron a D. “ (DA. se asombró  y el salón se llenó de risas) “haga el deber, levántese, yo llamaba al hijo, cuando llegó a darme la mano desperté… me soñé que vivía en Cumbarco, estábamos con la hija, había llegado R. Enojado, yo le decía: por qué viene así, denos una explicación, usted ha sido uno de los tíos que yo he querido tanto… sacó el machete y mató al hijo mío –le reclamé- salió corriendo, al poco tiempo murió”.

ZR narra un sueño que tuvo ocho días de matar a todos los de la finca, el sueño hacía referencia a una finca con muchos cultivos, en especial con repollos que los iban a dejar perder, ella fue con F y la dejaron coger hartos repollos, llenaron un costal, eran muy pesados y olían maluco, llegaron a un pantano y no sabían como pasar con los repollos… llegaron a un sitio donde habían muchas personas de negro que no los dejaban pasar…”.  Agrega que los repollos eran la muerte, “así los tiraron cuando los mataron”.  El sitio del sueño no era el de los sucesos.

LSV(3) dijo que todo lo que se soñaba luego le pasaba, soñó con dos amigos que venían de Cali y se habían varado saliendo de Uribe, su amiga estaba preocupada por la demora del novio, ella le tranquilizaba diciéndole que llegaban entre la 1 y 2 de la madrugada porque se habían varado… La amiga, aterrada, le preguntaba por qué lo sabía.  R/ “porque me lo soñé… así sucedió… llegaron entre 2 y 3 de la madrugada y se habían varado cerca de Uribe… Cuando se entró la guerrilla a San Antonio… y tal cual salió el sueño”.  De la misma forma le pregunta Magali. R/ “sí, lo verraco es que todos los días sueño”.  M.  le dijo: “pero no siempre se le realiza…”
L sigue hablando de la reencarnación…. “Yo he sido buena hija, buena madre, buena amiga y la vida me ha pagado mal”, dijo.  “La reencarnación existe porque yo un día fui donde un parapsicólogo y me dijo que en la otra vida yo fui hombre, fui matón, que morí en la cárcel y, verdad: yo le tengo miedo a la cárcel y….”. No registré más detalles.

Se toma la decisión de continuar en el primer piso por el viento frío que se está recibiendo en el salón.  Nos ubicamos en un espacio abierto y al poco tiempo salió el sol.  Llegó una señora, al rato otras dos, mientras tanto varias señoras contaron otros sueños (no capto detalles por la interferencia, las señoras no se concentran, conversan entre ellas…).  M  explica el ejercicio a seguir, espontáneamente se forman los grupos para preparar los dramatizados, despeja las dudas de cada grupo y les facilita lápiz y papel. 

A las 12:10 pm se reparte el refrigerio y llega la señora CG, comenta que se demoró porque primero tenía que llevar el niño a consulta médica, está en tratamiento con terapia respiratoria (el niño tiene más o menos 2 años).

A las 12:30 pm se reúnen los grupos en el salón del primer piso para presentar los dramatizados.  El primer grupo organizó 6 sillas  simulando un carro.  Sus integrantes son: LMG, LOA, AP, LAA y DA quien dirigió la obra.  (Ella es maestra, tiene experiencia en teatro, es una mujer alegre, dinámica, de buen humor, su contextura es robusta).

Primero representan el sueño de LOA (tener un carro para viajar) ella está feliz con su carro, llegan las amigas y planean un viaje a Cumbarco, DA maneja y todas se suben al carro, llegan a la casa de LMG y allí representan su sueño de volver al pueblo.  Las cinco señoras hablan al tiempo, se ríen, son muy ocurrentes.  Mantienen la atención del público y la risa es colectiva.  Continúan con otro sueño de LMG, el relacionado con el primo que llega enojado y le mata a uno de sus hijos, continúan representando el sueño de LAA –el de los pollitos- y finalmente se suben al carro y se van de viaje a Medellín.  El grupo se llama EL REGRESO, porque todas quieren volver a Cumbarco o a las fincas.  Observé trabajo en equipo, captaron la idea y la representaron con buen humor.

El grupo LAS SOÑADORAS lo integraron YP, BAG, OG, LSV y A.V.  A llega en un carro y atropella a Y., ella cae al suelo.  C se arrastra por el suelo como un gusano, se acerca a Y y la pica.  Llega O y tira piedras… cada sueño es representado por una escena corta.  (Se me presentó dificultad para identificar los sueños dramatizados).

El grupo LAS NADA QUE VER, fueron asesoradas por DA.  Integrantes: MAG, YC, RS, DG, ET, RN, MZR.  Utilizan como recurso una colchoneta, donde se acuesta la que está soñando, mientras las compañeras le hacen la representación. MZ va dirigiendo al grupo.  El primer sueño que representan es el de MAG con su mamá muerta, luego otro sueño relacionado con la pérdida de los dientes.  Este sueño Z lo representó quitándose los dientes postizos delanteros.  Finalmente salieron corriendo por que las perseguía el ejército.

Siendo las 12:45 pm terminaron las representaciones.  Como se acercaba la hora del almuerzo muchos niños se acercaron a ver las representaciones.

M. pide al grupo ubicarse nuevamente en círculo y les pregunta cómo se sintieron contando los sueños. R/ “bien” dijeron varias.  P/ “¿qué sentimientos removieron?” R/ “tristeza”, “nostalgia”, “nos tratamos de salir de la realidad….”  Ríen a carcajadas…. Nostalgia por haber abandonado el pueblo, las cosas, en la finca tenían comida, vacas, leche, “aquí se aguanta hasta hambre”.  Otra señora agregó: “en la vereda de nosotras vivíamos tan bueno, nos tocó salir sin saber a donde llegar, dejar todo tirado es muy triste.  DA comenta que la mayoría tienen casa propia, los servicios son más baratos, aquí (refiriéndose a Sevilla) tienen que luchar mucho para pagar arriendo, servicios…  Otra señora agrega: “en el pueblo la vida cambió totalmente, diario se mantiene uno estresado porque va a llegar la hora de pagar arriendo, servicios…” Se distraen con una volqueta que llegó.  Z se refiere a la abundancia de comida que hay en el campo y comenta que el 31 de diciembre los paramilitares mataron dos vacas y obligaron a la gente a participar de la fiesta, a bailar y a comer… “si aprendieron a vivir con la guerrilla tienen que aprender a vivir con nosotros”, les decían.  También hizo referencia a la falta de empleo que hay en Sevilla.  Todas las señoras querían intervenir…. “estamos acorraladas… en la sin salida” dice una señora joven que es sola con varios hijos.  LOA agrega: “qué vamos apegar para un pueblo pequeño si a los hijos jóvenes se los lleva la guerrilla, y qué hacemos nosotras solas, cabezas de familia, sin marido…”.  ¡Ni teniéndolo! Dijeron varias en coro.

YP se levanta de la silla y dice: “es buena esta recreación, lo que hacen las instituciones, uno pasea y es bueno, pero no volvieron a dar la ayuda humanitaria, uno va al galpón, trabaja, tiene un almuerzo, pero sus hijos quedan sin comida en la casa.  Lo que más nos hace falta es una ayuda de comida, uno por ser desplazado está desubicado, hay otros pobres pero esto es diferente.  Uno estaba bien pero todo lo perdió.”

DA dice: “de verdad estamos tristes, vivimos pensando que va a pasar, nos duele todo lo que le sucede a los demás… los sueños tienen mucho que ver con todo esto”.  LOA comenta que ella fue a pasar navidad a Cumbarco, a vender licor, como miedo a que los paras dijeran se van a tomar a Cumbarco.  “A la mano de Dios, que sea lo que Dios quiera, fui por la  necesidad y me fue bien”.

M expresa que nosotras no nos alcanzamos a imaginar  el sentimiento de otros, sin embargo queremos contribuir en algo, desafortunadamente los auxilios materiales no siempre se tienen… explica las 8 sesiones que siguen, resaltando la importancia de contar con la asistencia de todas… Propone trabajar los martes o miércoles de 1 a 5 o de 1 y media a 5 y media.  Sobre el sitio unas señoras proponen que sea en el parque Las Margaritas, que les queda más cerca.  Al final se acordó hacer las reuniones los miércoles de 1 y media a 5 y media.  M les pide el favor de tratar de vencer los obstáculos para lograr cumplimiento de todas.  Agradece la participación en especial permitirnos entrar un poquito en sus vidas.

Terminada la sesión, M  invita a dos voluntarios a realizar actividades recreativas.  A la 1:30 se reparte el almuerzo y se da por terminada la asamblea.
Regreso: ¿a la madre tierra? ¿a la casa? ¿a la infancia?
Transcribiré, tal cual*, una escritura producida en una de las Asambleas de Mujeres Cabeza de Hogar de un grupo que, para realizar la dramatización de sus sueños, se denominó como “EL REGRESO”:

“-1.  El sueño de toda mi vida.  ¡Un carro!
Oh por fin el sueño mío, un carro ahora si  puedo recorrer todos los sitios que he querido conocer.
-2 El regreso a la casa la arreglamos, barremos, trapiamos etc.
3- llega mi primo enojado y no sabemos q’ le ha pasado Mata a Mi hijo con un machete.
4). estoy rodeada   de  muchos pollitos. Me persiguen y no se como pero yo puedo volar
5.) estoy viajando por los sitios, q’ siempre quise conocer y los estoy recorriendo ¡oh  que dicha estoy feliz!”  

Léase con detenimiento este relato que congrega “cuatro” sueños relatados por las asistentes que se denominaron como grupo “EL REGRESO”: este grupo colocó tres sueños entre dos momentos de una ensoñación diurna, la del carro.  Cuando esta mujer la contó, se escuchó un chiste en el grupo (que no aparece en la bitácora de la Trabajadora Social pero sí en la de la acompañante de M); ella dijo que había soñado con un carro y alguien dijo, “con una tractomula para llevar a todos los desplazados!”  No debemos sorprendernos que un instrumento para el desplazamiento como es un carro, sea un objeto de deseo, pero el chiste lanzado allí revela un asunto de la subjetividad cual es este: el desplazado como carga… que es lo que al fin y al cabo se transporta en tractomula. 

El desplazado ¿se representa subjetivamente a sí mismo, como una carga?  No lo sabemos.  Lo que sí sabemos es que las autoridades de las poblaciones receptoras le han conferido un trato semejante al de una carga, de lo cual da testimonio, sobre todo, el trato a los que habitan el albergue de paso en la ciudad de Buga. Negativa a abastecerlos con agua potable, negativa a programar actividades de atención primaria en salud….

Pero, al margen del chiste, con qué carga este grupo de soñantes que escriben su libreto del modo que hemos transcrito.  Regresan a casa (a arreglarla, barrerla porque está sucia), un primo mata al hijo de una de ellas y unos pollitos persiguen. La casa, por supuesto, no quedó sucia… Quedó como el espacio del cual hubo que salir huyendo para salvar la vida.  El deseo de volver no distrae del principio de realidad… pero ¿de qué está compuesta la suciedad de la casa?   Los dos sueños siguientes parecen sugerirnos una respuesta: el crimen y la persecución.

El crimen es el cometido por un familiar de la soñante, un primo, contra el hijo de ella.  La persecución… ¡unos pollitos! Frente a la misma, una metáfora del desplazamiento producido por otra persecución: el volar, resonante con “volarse” en el sentido de fugarse para proteger la vida.

Regresar, pues, ¿a dónde? A un lugar que es a la vez un escenario: sucio, donde ha habido crímenes y persecuciones frente a los cuales ha sido preciso “volarse”.

Pues bien, ¿qué pensar en la declaración final, como segunda parte de ese sueño entre cuyos dos fragmentos se han relatado los anteriores?  Es una declaración de felicidad por haber podido “viajar por los sitios que siempre quise conocer”… El libreto deja la apariencia de que “los sitios” han sido recorridos: el sitio de la casa que estaba sucia, el sitio en el cual el primo mata al hijo, el sitio en el cual unos pollitos persiguen y la soñante vuela…

Esa declaración de felicidad puesta allí como exaltación, en un libreto construido a cuatro sueños o a cuatro manos (como se prefiera expresar) ¿de qué estructura y de qué drama subjetivo da noticias?  Por lo pronto dejaremos señalada la pregunta.

En segunda instancia, el libreto puede ser tomado como una representación de dos deseos contradictorios: el de regresar y el de viajar por otros sitios que siempre se quiso conocer.  Volver a lo pasado o ir hacia el futuro.  ¿En qué medida esto es indicativo de la condición subjetiva misma del desplazado?  Por lo menos en el albergue de Buga esto es evidente por la promesa de tierra en el municipio de Yotoco.  Pero a nivel personal, estas dos tendencias contradictorias y simultáneas se relacionan con un cierto estado de “no saber qué camino tomar”, si regresar o marcharse.  La declaración final, en la asamblea, parece sugerirlo así: “en verdad, estamos tristes, vivimos pensando qué va a pasar, nos duele todo lo que le sucede a los demás, los sueños tienen mucho que ver con todo esto”.

Tenemos, pues, dos posibilidades de interpretación: lo interesante a constatar aquí es que el libreto reproduce tal cual  una característica del sueño, la de vincular elementos contradictorios sin tener que dar cuenta de una cierta lógica y, por tanto, en relación con el proceso primario, con lo inconsciente. Algo más que una simple sucesión de símbolos. Lo grupal aquí ha permitido poner en evidencia algo del orden de la subjetividad y de la estructura.  Algo que podemos solamente esbozar o bien como concomitancia de dos deseos contradictorios, o bien como revelación de un deseo acerca del cual las participantes no saben que saben…

En tal sentido, nuestra impresión de que aquella declaración de felicidad, que puede provocarnos rechazo y censura, para el inconsciente no resulta tan escandalosa y una cierta ferocidad superyoica nos ha dado noticia del resultado de su gestión a través del goce.  Ir despacio es buen consejo, pero no ignorar el hecho es mejor.

Todo éxodo puede darnos información acerca de que la búsqueda de una tierra prometida ni está eximida de obstáculos (que a veces amenazan la conquista misma y se asemejan a la vida de la que se pretende poner distancia) ni se diferencia, en mucho, de la representación que el sujeto se hace de aquella historia que tiene bajo efectos de la represión, su infancia.  A propósito de esto, el libreto que analizamos, no deja de producir nuestra inferencia, de que allí “los pollitos” hacen resonancia con el lugar de El Regreso.  Después de la fuga, el lugar queda investido con esta nueva realidad: objeto de todas las investiduras libidinales, lugar donde la vida diaria tenía un escenario automáticamente habitable (“en la vereda de nosotras vivíamos tan bueno, nos tocó salir sin saber a donde llegar, dejar todo tirado es muy triste”), pasa ahora a convertirse también en lugar de la masacre, de la amenaza, de la lista siniestra con que los guerreros llegaron a anunciar sus cantos de muerte.

Es como si el aquí y el ahora revelara que en toda añoranza reposan fuertes razones para el temor.  Que regresar allí podría hacernos felices, pero después de lo sucedido, nos resulta imposible ignorar que ese allí es otro muy distinto.  Una carga, esta carga, es con la cual deben aprender a convivir quienes han sido desplazad@s: la carga que contiene la imposibilidad de representarse el lugar de la vida como lugar de destino, porque ahora ya ha dejado de ser exclusivamente, lugar de la vida.  Ahora también es lugar de la muerte.  La muerte existía, por supuesto, antes del acontecimiento traumático.  Pero era otra muerte, la de la inanición, la de la falta de recursos de salud, la del hambre o la de la enfermedad.  Pero entonces esta no propiciaba desplazamientos ni destierros.  Esta otra muerte, la de la lista en mano, la de la masacre… informa que muerte no hay una sola.

Otro regreso, referido por una participante en otra de las asambleas de mujeres, es indicativo de que regresar no es volver al punto de partida.  Ella regresa, sola, a la casa en cuyo corredor cayó su hermano mortalmente herido.  La huella del charco de sangre que dejó donde cayó, permanece oscura, como un lunar en la piel de la tierra.  Ella llega hasta allí, se sienta al lado de esa mancha y mientras la acaricia le habla (“hermanito querido…”) y no puede contener el llanto.  El muerto ha dejado tras de sí, aquella parte de su cuerpo que, porque es cuerpo, resulta susceptible de caricia, de afecto.  Ya la casa no es la casa, es la mancha de sangre en la casa: ahora al recuerdo le resulta imposible sustraerse de esa nueva realidad y, por tanto, el ideal de regresar, aparece atravesado por algo que no estaba allí, antes.

De nuevo la realidad muestra que al lado de la añoranza por la casa, la mancha de la muerte es parte ineludible de ese recuerdo.

Para otras el regreso es imposible.  Puede ser tomado por uno de los bandos como señal de que el otro amenaza con tomarse el lugar.  Al fin y al cabo han tenido que huir porque han sido declaradas cómplices del contrario.

Tan diferente a como el sujeto suele representarse “su” infancia, recuerdo al que accede más la manifestación de un deseo de que ella hubiese sido tal como se dice que fue.  Aquí no: la casa, ya es otra casa.

La privación es el hecho: no solamente se ha perdido a un ser querido, también la posibilidad de tener un lugar en el mundo, propio en el sentido de objeto de investidura, capaz de hacer significativa toda opinión y efectiva toda acción… Esta privación es una privación de la cotidianidad, esa que depende de la pertenencia a un espacio, a un lugar, a un territorio… una privación que no es fruto de una elección  y sí de una imposición totalitaria, imperialista, de Amo. 

Lo que sigue es la desatención cuando no  continuar siendo objetos de otra persecución menos militarista pero igualmente eficaz, en las ciudades receptoras: sobreexplotación, alto costo de vida, sometimiento al incumplimiento reiterado de promesas, de pactos, de obligaciones de ley… La acción humanitaria se ve limitada terriblemente por la ausencia de una política estatal de efectos aliviadores inmediatos…

Los sueños como profecías privadas

La idea que a continuación podemos desarrollar la asumimos como elaboración de lo anterior: la salvación está en ellas mismas, por lo menos a través de una de ellas mismas.  Del grupo LAS SOÑADORAS, transcribimos su escritura de libreto:

“la narración es así
Blanca.  y Yolanda.   son muertas
aleida.  es un carro. barado.
clemencia. es un gusano.  barba de indio.
ofelia. es una muerta. tira  piedras.
Luci. es nuestra.  Salvación”       

Cuando los niños y las niñas juegan a dramatizar, la adjudicación de papeles es asunto que va en serio: “usted ES” (tal personaje, tal cosa).  Este grupo escribe su libreto así.  Blanca y Yolanda son muertas,  Aleida es un carro, Clemencia es una muerta y Luci… es nuestra*.  Todas las demás son no nuestras a diferencia de Luci.  

Estamos poniendo atención a ese punto que se atraviesa en el texto después de cada nombre propio, después de cada acción.  Las mayúsculas: para Blanca y para Yolanda, las que “son muertas”; también para la palabra  “Salvación”, la que de paso, carece de punto al final.

Uno debe preguntarse, por lo menos, acerca de la reiteración de esa puntuación singular, eximida de las exigencias normatizadas, pero abundante y reiterativa a la presentación escrita.   Igual hallazgo hicimos en muchas de las escrituras de Trujillo, Valle.  Sobre todo el punto, la libertad en el uso de mayúsculas (jamás faltaba cuando escribían la palabra Dios…), la fonetización de la escritura con una ortografía que en ciertos casos, como se verá más adelante, devela sentidos insospechados para la conciencia del sujeto pero imposible de rehuir para el análisis del texto, todo esto abunda en las escrituras del libreto de los sueños elegidos para ser dramatizados. 

Descripción de lo actuado en lugar de la acción

Pero hubo un grupo que no transcribió un libreto con el contenido de los sueños elegidos.  Prefirió escribir el relato de la acción.  Se trata del grupo de “lo nada que ver”:

“son ideas como que
aide y Rosalba actuarán
Para realizar el primer caso
Y así sucecivamente iremos
Ingresando Para dar le
Toda la buelta a nuestra
Dramatización”

En el texto no aparecen los sueños elegidos sino las acciones y  quien las va a realizar.  Este último grupo nos da pie para ingresar a analizar cuáles sueños fueron dejados por fuera de la dramatización, tanto desde el punto de vista del grupo, como de cada soñante. 

Los sueños no tomados en cuenta para la dramatización*

En el grupo EL REGRESO, las participantes fueron: LMG, LOA, AP, LAA y DA.

Cada una contribuyó al libreto de la siguiente manera:

LMG: “yo soy de Cumbarco, hace un año que me vine, sueño mucho volviendo a mi pueblito, viviendo, llegando con mis corotos, hace 15 días soñé muy maluquito, viviendo allá, llegó un tío –yo estaba enferma, tenía esta pierna enferma- él me dijo: llegaron los para y mataron a Deyanira (Deyanira se asombró y el salón se llenó de risas), haga el deber, levántese, yo llamaba al hijo, cuando llegó a darme la mano desperté… me soñé que vivía en Cumbarco, estábamos con la hija, había llegado Reinaldo enojado, yo le decía: por qué viene así, deme una explicación, usted ha sido uno de los tíos que yo he querido tanto… sacó el machete y mató al hijo mío –le reclamé- salió corriendo, al poco tiempo murió”

LOA aporta su ensoñación diurna: “dice que sueña despierta cosas inalcanzables, sueña que quiere un carro, su intervención produce risas y comentarios diversos como sueños con dinero…”

AP: no hay relato de sueño descrito.

LAA: “yo me sueño mucho con los pollitos, que llego a una finca y me aparecen muchos pollitos, sueño con mucha gente, unos negros, otros blancos…. Dicen que me van a matar, yo me pongo a orar y salgo volando y se quedan aterrados”.
DA: “yo una vez tuve un sueño que iba por unas escalas que iban hacia arriba –mi hermano me decía: moli suba.  Muy arriba salió un viejito, con un palo, el viejito nos dividió, él quedó arriba y yo abajo, él no subía como yo subía, él subía como por el aire…. Me caí.  ¡Eduardo! ¡Ayúdeme! (le gritaba), yo quería subir…. El viejito de barba blanca salió de las nubes….”

Recordemos que el libreto fue escrito a manera de tres sueños dentro de dos fragmentos de una ensoñación diurna.  Los tres sueños fueron: el regreso a la casa, en Cumbarco (LMG), el asesinato de un hijo por parte del primo o del tío (LMG) y la persecución de unos pollitos (LAA).  La ensoñación diurna pertenece a LOA.Entonces, de los sueños que quedan por fuera del libreto tenemos:

El de DA quien, según las notas de MLR, DA aparece como la líder del grupo.  Pero su sueño ha sido reemplazado por su capacidad de dirección para la actuación y ha quedado por fuera.  Igualmente, DA “es” quien ha muerto en la noticia que recibe en su sueño LMG y sin embargo, este fragmento de sueño, ha sido eliminado de la elección para la dramatización.  DA, podemos decir, sufre de un doble silencio: su sueño no es tomado y ella como personaje del sueño de otra, tampoco. 

¿Qué se ha elegido no representar?  La muerte de una de ellas, bien como representada en su propio sueño (“me caí”) o bien como notificada por un tío en el sueño de otra.  Se ha elegido no representar un sueño de persecución (el viejito que salió con un palo) y un sueño de muerte; justamente los dos temas que se ha elegido representar a través de la muerte del hijo por parte de un primo y la persecución por parte de unos pollitos. 

¿En qué afecta lo anterior nuestra hipótesis interpretativa?  Parece que no.  Puesto que nuestra hipótesis habla de la connotación que el lugar de vivienda, al que se aspira a regresar, ha adquirido después del acontecimiento traumático. Lo que si podemos agregar a ella es que el grupo circula en la disyuntiva entre aceptar o no aceptar la muerte y elige entre varios, aquel drama que remite a la muerte del hijo y excluye la muerte de una de ellas (DA), reiterada en dos sueños, el de ella misma y el de su amiga. 

Descubrimos que en todo este recorrido, se ha producido una elección como drama: la muerte del hijo a manos de un familiar.  En tanto que en el relato de LMG “el tío” (que después, en el libreto se vuelve “el primo”), parece referirse al mismo personaje, cumpliendo dos papeles contradictorios, puesto que en un caso llega a avisar que deben fugarse porque vienen tras DA, en el otro es el que “mata” al hijo de LMG, defraudando a esta en el afecto que le ha tenido.

Aquí podemos sugerir una aproximación a aquello de lo que no se habla después del acontecimiento trágico de persecución y muerte.  Pero es un hecho: la temática de la muerte violenta, ocurrida después de la aparición de un grupo de guerreros lista en mano, o sea, contando con información previa, no puede excluirnos del pensamiento la referencia a las traiciones, a las delaciones y a las sórdidas conjuras que en el micromundo de las aldeas se cuecen antes, durante y después de las matanzas. La mercenarización de la contienda, en la que abundan los actos de deserción continuos y de cambio de pertenencia a bandos en guerra, ofrecen una explicación al porqué de la impreparación de las poblaciones civiles para afrontar eficazmente la defensa de su vida ante los ataques de los guerreros. 

Sobre esto el silencio ensordece.  Pero si nuestra investigación es honrada, no podemos dejarnos de preguntar por el hecho mismo del trámite dramático de las matanzas, en aras a quedar enceguecidos o enmudecidos por los estruendos de la sevicia y de la impiedad.  A veces, nos ha parecido que la eficacia de los guerreros se explica en parte por la satisfacción que realizan para que se tramite, a través de su presencia, ciertos conflictos que incumben al ámbito privado de la vida cotidiana de las poblaciones. 

La impunidad encuentra aquí, en este asunto, territorio abonado para su crecimiento, toda vez que enceguecidos y aturdidos por los referentes inmediatos (sevicia, impiedad, crueldad), otros referentes más poderosos refuerzan los primeros (teorías generales acerca de la violencia, el peso de la pobreza, la lucha por expropiar a otros, las guerras entre guerrilleros, paramilitares y ejército…).

Punto de tope para que la perversión encuentre posibilidades de maniobra a este respecto, será aquella dimensión de la subjetividad que logra escapar a toda censura o a toda previsión ordenadora del pensamiento… Es una hipótesis.
En el grupo “lo nada que ver”, las participantes fueron: MAG, YC, RS, DG, ET, RN, MSR. 

MAG: “dice que el sueño que más ha recordado es la muerte de la mamá, siempre había deseado que cuando ella muriera se la llevara… Soñó que llegaba a un hospital, había enfermos con sábanas, se acostó, la mamá le preguntaba si se quería ir con ella, le decía que ya no, que ahora estaba bien…ella le pedía a la mamá que la enterrara con zapatos”.

YC: No hay relato de sueño…*

RS: No hay relato de sueño…

DG: No hay relato de sueño…

ET: No hay relato de sueño…

RN: No hay relato de sueño…

MSR: “narra un sueño que tuvo 8 días antes de matar a todos los de la finca.  El sueño hacía referencia a una finca con muchos cultivos, en especial con repollos que los iban a dejar perder.   Ella fue con Fabio y la dejaron coger hartos repollos, llenaron un costal, eran muy pesados y olían maluco.  Llegaron a un pantano y no sabían como pasar con los repollos… llegaron a un sitio donde habían muchas personas de negro que no los dejaban pasar… agrega que los repollos eran la muerte, así “los” tiraron cuando los mataron… el sitio del sueño no era el mismo de los sucesos”. 

Apelemos a la noticia que da MLR acerca de la dramatización por parte de este grupo que, a sí mismo, se denomina “lo nada que ver”, mientras que MLR denomina “LAS NADA QUE VER”.

“El grupo LAS NADA QUE VER, fueron asesoradas por DA.  Integrantes: … Utilizan como recurso una colchoneta, donde se acuesta la que está soñando, mientras las compañeras hacen la representación.  MSR va dirigiendo al grupo.  El primer sueño que representan es el de MAG con su mamá muerta, luego otro sueño relacionado con la perdida de los dientes (no registro de qué señora).  Este sueño MSR lo representó quitándose los dientes postizos delanteros.  Finalmente salieron corriendo porque las perseguía el ejército”.

¿Nada qué ver?

El pasaje del relato acerca del sueño con la caída de los dientes está consignado de una manera particular en la bitácora de MLR.  Se trata de una intervención que sigue al relato de la ensoñación diurna de LOA y está reportado así: “dice que sueña despierta cosas inalcanzables, sueña que quiere un carro, su intervención produce risas y comentarios diversos como sueños con dinero…. Luego otra señora dice haber soñado que se le habían caído todos los dientes y despertó”.

Pero la dramatización produce un agregado que no aparece en los relatos de sueños: el salir todas ellas perseguidas por el ejército. Aparece la comparación entre los repollos podridos y los muertos tirados ahí, como a los repollos en el sueño.   La muerte de la madre, la caída de los dientes y, en el despertar, la huída. La dramatización del sueño de los repollos es excluída y de ella parece quedar solamente la huída… el peso de la huída, el peso de los muertos, de todos los muertos de la finca (¿los dientes?)…

¿Nada qué ver?

Uno se pregunta si ese final no está sugerido en el “lo nada que ver” y velado en “las nada que ver”.
Finalmente, tomemos el grupo LAS SOÑADORAS, en el que participan: YP, BAG, OG, LSV y AV.  Los sueños relatados por cada una fueron:

YP: “dice que sueña mucho con muertos, cada que tengo un sueño así a los días me pasa… cuando mataron al primer hemano mío a los tres meses me soñé que mataban al otro y lo mataron”.

BAG: “narra su sueño relacionado con el papá (no logro escuchar, se escuchaba a un niño llorar)… Murió de infarto… puede ser… La señora continúa diciendo que sueña con que la persigue un monstruo, vuela, encuentra un arma, no es capaz de disparar….”

OG: No encuentro sueño relatado…

LSV: (1) “hace 6 meses me soñé en medio de dos ríos corrientosos, en el medio una casa pobrecita, comenzó a nublarse el cielo, oscuro, como si fuera a llover, yo era con ese temor, pensaba que me llevaba el río, salí de la casita, pobre, pobre, con piso en tierra, tejas de cartón, pensaba en los dos niños.  Salí, vi al cielo, se abrió el cielo, se vio clarito como cuando va a hacer buen día…. La señora vio a la virgen… (aclara que es la primera vez que cuenta ese sueño)”

(2): “dijo que todo lo que se soñaba luego le pasaba, soñó con dos amigos que venían de Cali y se habían varado saliendo e Uribe, su amiga estaba preocupada por la demora del novio y ella le tranquilizaba diciéndole que llegaban entre la 1 y las 2 de la madrugada porque se habían varado…. La amiga aterrada le preguntaba por qué lo sabía, r/ porque me lo soñé… y así sucedió, llegaron entre 2 y 3 de la madrugada y se habían varado cerca de Uribe”.

(3): “ ‘Cuando se entró la guerrilla a San Antonio, y tal cual salió el sueño…’  De la misma forma, le pregunta M. ‘Sí, lo verraco es que todos los días sueño, pero no siempre se me realiza…’ Lucy continúa hablando de la reencarnación. ‘Yo he sido buena hija, buena madre, buena amiga y la vida me ha pagado mal’, dijo.  ‘La reencarnación existe porque yo un día fui donde un parapsicólogo y me dijo que en la otra vida yo fui hombre, fui matón, que morí en la cárcel y verdad yo le tengo miedo a la cárcel y…’ (no registré más detalles)”.

AV: “dice que particularmente se sueña con carne, y casi siempre muere alguien…..”*

Compárese con el libreto escrito para dramatizar y obsérvese qué sueños son excluidos del libreto: la que más sueños relata, la que tiene su particular idea acerca del significado de los sueños (profecías privadas), es la que en el libreto resulta elegida como salvación de las otras.  La construcción del libreto, no apela a lo concreto de los sueños relatados.  Se metaforiza lo trágico concreto a través de una representación en que las participantes asumen ser muertas, ser carro, ser gusano.  Como si en Lucy, se depositara la salvación en tanto que sus relatos sostienen la posibilidad de pronosticar el futuro.  El no saber qué hacer, o el no saber acerca de qué va a suceder, pareciera tranquilizar a este grupo contando con el recurso de Lucy.

De nuevo un silencio que aturde… y que no cesa de repetirse.


SAN PEDRO

Vamos ahora a lo sucedido en la Asamblea de Mujeres Cabeza de Hogar de San Pedro. 

Primero la transcripción de la observadora de esta asamblea, de nuevo MLR:

A las 8:10 am llegamos al centro docente Leonardo Tascón del Municipio de San Pedro.  Se había acordado realizar la actividad en el parque recreacional pero no se puede usar por carecer de servicio de agua, la profesora Blanca había llamado el día anterior, en la tarde, a la sede de la Cruz Roja –Tuluá- para informar el cambio de sitio.  Al poco rato llegaron L y Y, se les informa de los cambios, agregando que estamos esperando a que llegue la profesora (HL fue a buscarla) para despejar las dudas.  Las psicólogas se dirigen a hablar con M.

A las 9 am llegaron las dos primeras señoras y un niño.

Al llegar la profesora Blanca, informa que siguiendo las instrucciones de JF de ubicar un  sitio amplio y con espacio abierto apropiado para la recreación, hizo el cambio del parque recreacional por la cancha de Belén, hay que caminar, pero queda cerca, no hay casa, es la manga con árboles, alguien pregunta por los servicios públicos, lo que Blanca no ve como obstáculo, aclarando que las personas del campo están enseñadas a “orinar” detrás de un árbol…. Mientras seguíamos esperando la llegada de las personas invitadas HL y la profesora fueron en busca de un recipiente para llevar agua y otros materiales para el refrigerio.

Las señoras fueron llegando con sus hijos.  Estando reunidos a la entrada de la escuela, la profesora se dirige al grupo, confirma asistencia con la lista que ella tiene, en ese momento dos señoras de las que faltaban llegaron, manifestando que habían subido a la cancha, la profesora les aclara que el punto de encuentro era la escuela. Varias señoras afirman que era en la escuela.  Las dos señoras manifiestan que fueron orientadas hacia la cancha en la casa de las profesoras y que ellas no vuelven hasta allá, están cansadas.  Ante la controversia que se genera, se plantea la posibilidad de trabajar en la escuela, la profesoras y las dos psicólogas salieron en busca de las llaves de los salones.  Eeran las 9:45 am.

A las 9:50 entramos a la escuela y nos dirigimos a uno de los salones con las señoras.  Y, como coordinadora del grupo de hoy, solicitó colaboración para pasar los asientos al salón y los acomodó.

Siendo las 10 am Y saluda, pide disculpas por los cambios, se presenta y  presenta a M y a MLR, aclarando el rol a desempeñar.  Seguidamente explicó el programa de atención psicosocial, recomendando a las señoras que no se preocupen por los hijos, si vienen a buscarlas los atienden, agrega.

“Ya nos presentamos, ahora ustedes se van a presentar desde un sueño que hayan tenido”.

Una señora cuenta que iba manejando un carro…. se despertó.  Y le pregunta: ¿Cuál es su nombre?.  Ella se dirige a la profesora y le pregunta: ¿Cómo es que me llamo?.  Le responde: Rosalba, Rosalía, Rosamelia… Y, entonces, le dice: Le gusta que la llamen como quieran?  Ella con sus gestos dio a entender que sí.  Y nuevamente le pregunta: ¿Cuál es su apellido?  Ella dice: No, es muy… (no entendí, como si no le agradara).  Más tarde me di cuenta que la señora sufre una especie de anomia, debido a su desarraigo familiar y social desde temprana edad.

IU interviene y cuenta: “sentí que me pegaron un tiro y en esas me desperté”…. Y: “¿y dónde estaba?” R/ “sentada, en el sueño”.  Y ella se ríe.

R dice que ese sueño le sale perfecto “a mi me ha sucedido”.

LMR: “anoche me soñé contándole a mi esposo…” (no escuché)… aclara…  “él está muerto, estaba contándole todo, primera vez que me pasa, me pasó anoche, contándole de los hijos, muchas cosas… de la impresión que tuve me desperté”. Observo que se agita y gime.

DG (dirigiéndose a su hermana): “mira, que unos amigos venían (son como enemigos) me iban a disparar, les dije ‘¡mátenme!’ y no tenían tiros.  Busqué tiros en el bolso, se los puse y disparé.  Al miércoles mataron a un tío mío”.  La profesora Blanca agregó: “soy testigo de lo que le pasó a DG, ella me había dicho: ‘¿qué será… que me soñé….’ Repite.  DG contó otro sueño: “y a mi se me cumplen la mayoría de los sueños”.

DB: “A mi me pasa al contrario, cuando me sueño con matrimonio.  Soñó viendo uno de vestido rojo, otro de vestido blanco, en una fiesta.  A los días me fui para Palmira y una amiga me dijo que habían matado a mi exnovio”.  Se ríe, comenta que los sueños se le olvidan.

MLU: “anoche me soñé un sueño muy cortico, estaba bañando en una cañada”.  Y.: “¿recuerda el sitio?” R/ “no recuerdo nada”. Y.: “¿y en vestido de baño o sin ropa?” R/ “con vestido de baño”

CV: “yo no se si mantengo con sicosis de los paramilitares, siempre me sueño que se me llevan al niño para matarlo”.

MLL: “sueño que me quedo dormida, voy por un camino y me resbalo.  Sueño que estoy a pie limpio y no encuentro los zapatos.  Sueño con monstruos, lucho con ellos y los mato.  Verdad, caso cada dos días sueño con eso”.  Y.: “¿conoce el camino?” R/no.  Varias señoras se ríen, luego viene un silencio…

LPA:  “me soñé viendo un poco de hombres con camisa roja, decían vuélense que los van a matar.  Iban para la casa, era como de balcón en tabla, subían por un alambrado.  Ella a alguien le decía que se fuera…

Llegó una señora, Y… la ubica en el ejercicio que se está realizando.

BS: soñó que en una mesa había un poco de carne, en el suelo el charco de sangre, el papá le insistía que cortara, pero ella no era capaz… explica que a los días le mataron un hermano de ella (no tomé nota de los detalles de este sueño).
               
ALD: narra un sueño relacionado con su papá, quien le contaba que la mamá había muerto.  En el sueño al papá lo veía pequeñito y agregó: “verdad, mi mamá llegó enferma a la casa.  Siempre me sueño con cosas de enfermedad y me salen”.  La señora estaba a punto de llorar mientras contaba su sueño.

CR: “yo siempre me sueño en Buenos Aires, como si yo viviera allá, con gente de allá o gente que conozco acá, pero allá”

Mientras CR interviene llega otra señora al salón.  Y.. recibe a la persona que acaba de llegar, explicándole el ejercicio que se está realizando.  Al tiempo observo que las señoras ubicadas cerca de la puerta, miran hacia la cancha donde están jugando los niños.  Se presenta un silencio corto.

DG nuevamente interviene:  “Yo me soñé esta semana que me iban a volver a matar… “  Ella se defendió, alguien le decía que la iban a meter a la cárcel y ella lloraba por las niñas (no registré detalles de este sueño)

LAD, refiriéndose a DG que está a su lado, dice: “yo converso mucho de noche…” (habla muy rápido, no alcanzo a entender).  “Disvarea”, le dicen otras señoras.  Y.. se dirige a LAD diciendo: “le estás contando a todas”.

MHB: (es la señora de mayor edad en el grupo) cuenta que soñó  viajando en un avión, que sus hijas la llevaban a Santa Marta, no aterrizaba, se despertó.  También sueña con el hijo casi todas las noches paseando.

LAD cuenta otro sueño corto y se dirige a ALD, su hermana, diciéndole que cuente otro sueño.  Igualmente ALD, contando su sueño, se dirige a LAD.  Y.. y algunas señoras del grupo, las observan.

Seguidamente intervino BLP: no le puse cuidado.

AB: “yo siempre he soñado que mi papá se muere, me lo llevan en un ataúd, me lo dejan en la carretera y yo salgo.  Y… pregunta en qué sitio sucede el sueño.  R/ “En Tuluá, en la vereda donde vivo”.

MDM: narró un sueño relacionado con la muerte de un familiar que quería mucho y a los días murió (no lo registro en detalle).  “Ese sueño todavía lo recuerdo”, agrega.  Y..p/ “¿Cuándo?” R/ “Hace más o menos 7 años”.  DB le dice: “No, hace 9 años, yo estaba en embarazo”.

MLU comenta que soñó que le había cogido el día para levantarse, que no era capaz de pararse a prender el fogón… se despertó.

MD: “hace días soñé que estaba en el cementerio visitando la tumba de mi hijo, sentí que me tocaban (señala el hombro), era él y me dijo que no estaba muerto.  Me desperté.  Sueño otros pero no recuerdo”.

BB dice que siempre ha soñado “con papito Lucas muerto…” (no registro).

DB: “hace 2 ó 3 meses soñé con un primo que estaba muerto, llegaba, cogía a mis hijos (3 niños), a mi hermano y a mi no nos saludaba porque éramos muy pecadores.  El llegaba y la gente rezaba y se llevó a los niños”.  Se ríe.

Alguien dijo: “falta doña Blanca (la profesora).  “Ella nos está acompañando”, respondió Y..

La profesora Blanca está sentada por fuera del círculo, observando y tomando nota apoyada en uno de los escritorios. 

Y.. retoma la atención del grupo y les pregunta cómo se sintieron, qué sensaciones tuvieron…

“Tristeza”, dijo LMR.  Se puso a llorar.  Agrega: “En el sueño la persona está con uno, eso es muy duro, anoche el sueño fue diferente”.

MLU, dirigiéndose a Y.., dice: “el esposo de ella era amigo mío… Lucía ya no luce…”; continúa: “no me acostumbro a la idea de saber que está muerto… el era medio tío mío, por parte de mi papá, nos veíamos en todo, reuniones, fiestas, con lo de él se acabó mucha parte de nosotros”.

Y… le dice al grupo que traten de recordar lo que estaban sintiendo cuando contaron el sueño.

DB: “el sueño de mi primo me produce miedo”.

LAD dice que se desahoga.

DEG: “yo me levanto y  tengo que contar el sueño, me levanto con nervios esperando la noticia”. 

CV agrega: “depende del sueño, en mi caso, que sueño con mi hijo, me asusto” (ella sueña que le matan al hijo).  MLL le pregunta: “¿Cuántos años tiene su hijo?” R/ “dos”.  MLL relata un sueño en el que ve a los paramilitares y se esconde debajo de las cobijas… cuando le preguntan qué siente dice que tristeza y ganas de llorar.  Se ve agitada, llorosa y se retira del saló.  M… sale a brindarle apoyo.

LMR comenta que a ella le ha sucedido algo particular.  Los recuerdos de la familia los tiene borrados hace más o menos un año, ya va a cumplir 13 meses de muerto su esposo.  También se soñó anoche que habían matado al hijo (el hijo no amaneció en la casa), despertó llorando y riendo a la vez (llorando por soñar que le habían matado al hijo y riendo por soñar que charlaba con su esposo como si estuviera vivo).

Otra señora comenta que entre dormida vio una caja de dientes pero media… ya habían matado al sobrino.  Le contó al esposo: “eso va a ser que van a matar a alguien, pero tiene que ser medio pariente”.

LAD, riéndose, cuenta que una vez se soñó con el novio que la acariciaba: “lo vi parado al pie de la cama, como lo había visto en el día, me fui a parar y sentí el vacío.  Desperté”.

Y.. pregunta: ”¿Hay alguna otra persona que tiene un sueño que le cause alegría?”

MLU: “me acuesto es a dormir, de tanto sufrimiento quisiera no amanecer… la alegría ya se nos acabó”.

Y… explica que este ejercicio es una forma de hablar desde cada una, luego sugiere la formación de grupos de 5 personas, para montar una obra de teatro, la dramatización de los sueños de las 5 que integren cada grupo.  Ofrece material para escribir el libreto de la obra.  Esta propuesta causa risa y comentarios en el grupo, observo que LAD se coge de gancho a su vecina CV y llama a su hermana ALD y con D que también está a su lado y comienzan a formar grupo.  Al frente observo que se van reuniendo las de Guadualejos (una vereda del municipio) y alrededor de LMR se reúnen las señoras que están a su lado. Por orientación de Y.. los grupos salen del salón siendo las 11:30 am.

Los grupos quedaron así:

LAD, ALD, DG, CV, BB, AU
BS, MLL, CR, MD, LPA, IU, MLU
LMR, DB, AB, MHB
(BLP y RCh no recuerdo en qué grupos trabajaron)

Los grupos se reúnen en los corredores de la escuela, a la sombra.  Preparar el drama les causa risa, Y… visita cada grupo, les facilita lápiz y papel y les explica cómo preparar la dramatización con los sueños relatados.

A las 12:05 pm regresamos al salón, Y.. pregunta qué grupo quiere comenzar.

Comienza el grupo donde están LAD, dramatizan el sueño de DG, ella va explicando lo que deben hacer, al tiempo que actúa.  Ella corre, ALD la persigue, termina ALD en el piso, muerta, porque DG le disparó.  Se ríen… el grupo se llama LAS ROSAS, porque se le caían los pétalos, “mantenemos en violencia, había que buscar un nombre que fuera alegre”.  AU se encargó de leer  lo dramatizado.  Se sintieron bien.

El grupo siguiente inició con el sueño de MLU, cuatro señoras acuclilladas simulan que se están bañando en el río.  Otra llega y les dice: “¡corran que las van a matar!”.  Al correr, cogen a una de ellas, la traen al centro del salón y la dejan acostada (el sueño de LPA)  Estando la señora acostada, llega MD a rezar, la señora se levanta y le dice que no está muerta (sueño de MD).  A las señoras les causa mucha risa actuar.  El grupo se llama LAS ALEGRES, se sintieron bien, fue un poquito difícil, dicen.  La mayoría de este grupo vive en la vereda Guadualejos.  Se observó interés en la actividad, trabajo en grupo y esfuerzo en la representación de tres sueños seguidos.

El último grupo se demora en salir, no deciden como empezar, se ríen… DB  dirige el grupo, las acomoda por parejas, sientan a un niño en un asiento (“él es el radio”, explica), tratan de prender el radio pero no les funciona bien (el niño no canta), las señoras se supone que bailan… representaron el sueño de DB, del matrimonio.  Y… pregunta cómo se llama el grupo y AB responde: LAS INDECISAS… se sintieron mal… “más de media hora para sacar esa bobada”.

Las dramatizaciones terminaron a las 12:30 p.m.

Y…: “¿Cómo se sintieron en el grupo, en la preparación, en la dramatización….? ¿Qué comentario quieren aportar?

“… se entretiene…” , “… se des-estresa”, fueron respuestas en medio de la risa de la mayoría del grupo. 

Y.. les informa que esta es la primera actividad con las mujeres cabeza de hogar por ser más vulnerables que otras personas desplazadas… este primer encuentro abre el espacio para 8 sesiones.  “Vamos a trabajar elementos para tener mejores herramientas para vivir, compartir, luego se hace la 2ª asamblea” y  pregunta cómo les parece la propuesta.  Se siente que les parece bien pero no hay una intervención clara al respecto.  

Y.. les propone hacer las reuniones los jueves durante 4 horas, 2 horas en grupo, 2 horas en recreación, varias señoras dicen que es mejor por la tarde de 2 a 6 p.m.  DB dice que no puede porque trabaja.  Y.. dice que será solamente los jueves, por 8 semanas agregando que la intención es crear un ambiente de grupo, que tengan un espacio donde contar, expresar lo que sienten, un espacio terapéutico si lo aprovechan.  Las felicita por su participación. 

La actividad se termina a las 12:40 pm, Y… invita a las señoras a recibir el almuerzo y les recuerda la próxima reunión el jueves siguiente a las 2 pm en la escuela.  Aproximadamente a la 1:35 pm se terminó el almuerzo y siendo las 2 pm el equipo de trabajo se sentó en el corredor con el fin de evaluar la jornada. 

Lo escrito por el grupo

A continuación transcribiré el libreto redactado por el grupo que se denominó LAS ROSAS:

“Soñe.  Que yo estaban matanto
Que llegaban Dos tipos A mi casa y Me decían Que me ivan a matar.  Y se me tiraron encima con un cuchillo y un Revolver
Pero cuando se me Acercaron a Dispararme el Revolver no les Funcionaba
Entonces yo se los Quite y les dije si ustedes no saben yo si se y meti la mana a un Lichigo y saque unas balas y se las coloque y les dispare y calleron Al piso y en ese momento Desperte.”


Nótese que la vacilación evidente en la primera frase anuncia que el muerto no fue el soñante… Un soñé que me estaban matando queda modificado por ese soñe. Que yo estaban matanto, pero el “titubeo” resume la acción dramatizada de este drama del sueño.  La escritura aquí no puede escapar a la inundación de las dos acciones y, producida aquella, lo siguiente es una refrendación.

Llama la atención en esta escritura que ciertas palabras son escogidas para escribirse con inicio de mayúscula; dentro de estas hay una palabra que en las dos ocasiones en que es mencionada, repite el hecho, la palabra Revolver, mientras que otra letra, la preposición “a”, no se repite como mayúscula.

El sueño permite que se realice la defensa y que esa defensa sea eficaz.  Impedir la propia muerte y matar al perseguidor.  El sueño realiza el afrontamiento que contrasta con la condición de desplazado que es la del fugitivo. Realización deseante o deseo real…izado, lo cierto es que en este caso desconociendo si la retaliación hace parte de la  conciencia, en la subjetividad la temática se presenta tal cual podría suceder.  No se trata de algo inverosímil y no tenemos información de que así haya sido evaluado por la soñante… Un silencio en el grupo, un silencio cuyo contenido sería el de la censura, nos permite concluir que el asunto no goza de reparo alguno. 

Si posterior a un acontecimiento traumático, se dice que los sujetos se afectan al considerarse a si mismos responsables por no haber podido impedir su ocurrencia o por no haber podido salvar a alguna de las víctimas, en este caso el contenido manifiesto del sueño revela que el asunto no resulta increíble.  Mas no como punición, como castigo ni como reproche. 

No debemos olvidar, además, que este sueño fue escogido como representante de varias participantes.  Evaluaremos más adelante cuáles sueños son dejados de lado en la actuación para que sea este el privilegiado, el elegido.

Lo relatado, lo elegido para actuar y lo dramatizado

Tomaremos las notas de MLR para referir lo actuado.


Comienza el grupo donde están LAD, dramatrizan el sueño de DG, ella va explicando lo que deben hacer, al tiempo que actúa.  Ella corre, ALD la persigue, termina ALD en el piso, muerta, porque DG le disparó.  Se ríen… el grupo se llama LAS ROSAS, porque se le caían los pétalos, “mantenemos en violencia, había que buscar un nombre que fuera alegre”.  AU se encargó de leer  lo dramatizado.  Se sintieron bien.

Ahora tomaremos, del mismo informe de MLR, los sueños que cada una de las participantes en este grupo, había relatado previamente.


LAD: refiriéndose a DG que está a su lado, dice: “yo converso mucho de noche…” (habla muy rápido, no alcanzo a entender).  “Disvarea”, le dicen otras señoras.  Y.. se dirige a LAD diciendo: “le estás contando a todas”.

…cuenta otro sueño corto y se dirige a ALD, su hermana, diciéndole que cuente otro sueño.  Igualmente ALD, contando su sueño, se dirige a LAD.  Y.. y algunas señoras del grupo, las observan.

…dice que se desahoga

…riéndose, cuenta que una vez se soñó con el novio que la acariciaba: “lo vi parado al pie de la cama, como lo había visto en el día, me fui a parar y sentí el vacío.  Desperté”.

…observo que LAD se coge de gancho a su vecina CV y llama a su hermana ALD y con D que también está a su lado y comienzan a formar grupo

ALD: narra un sueño relacionado con su papá, quien le contaba que la mamá había muerto.  En el sueño al papá lo veía pequeñito y agregó: “verdad, mi mamá llegó enferma a la casa.  Siempre me sueño con cosas de enfermedad y me salen”.  La señora estaba a punto de llorar mientras contaba su sueño.

DG: (dirigiéndose a su hermana): “mira, que unos amigos venían (son como enemigos) me iban a disparar, les dije ‘¡maténme!’ y no tenían tiros.  Busqué tiros en el bolso, se los puse y disparé.  Al miércoles mataron a un tío mío”.  La profesora Blanca agregó: “soy testigo de lo que le pasó a DG, ella me había dicho: ‘¿qué será… que me soñé….’ Repite.  DG contó otro sueño: “y a mi se me cumplen la mayoría de los sueños”.

nuevamente interviene:  “Yo me soñé esta semana que me iban a volver a matar… “  Ella se defendió, alguien le decía que la iban a meter a la cárcel y ella lloraba por las niñas (no registré detalles de este sueño)

CV: “yo no se si mantengo con sicosis de los paramilitares, siempre me sueño que se me llevan al niño para matarlo”.

agrega: “depende del sueño, en mi caso, que sueño con mi hijo, me asusto” (ella sueña que le matan al hijo).  MLL le pregunta: “¿Cuántos años tiene su hijo?” R/ “dos”.  MLL relata un sueño en el que ve a los paramilitares y se esconde debajo de las cobijas… cuando le preguntan qué siente dice que tristeza y ganas de llorar.  Se ve agitada, llorosa y se retira del saló.  M… sale a brindarle apoyo.

BB: dice que siempre ha soñado “con papito Lucas muerto…” (no registro).

AU: No encuentro relato…

Un sueño  (el de DG) es elegido.  Los que han sido dejados a un lado plantean temáticas no del todo ajenas a la del contenido manifiesto del sueño que ha sido elegido: el sueño reiterado de CV con que se llevan a su niño para matarlo, el sueño de BB “con papito Lucas muerto”, el de ALD con su padre contándole que su madre iba a morir, sueño, que, de paso, funge como prueba de capacidad pronóstica…

Pero existe algo más, en ese sueño, cuando es transcrito por las participantes: en el relato de DG, hecho como contándoselo a su hermana, quienes llegaban a matarle eran “unos amigos”.  En la transcripción se trata de “dos tipos”.  Como si la transcripción eligiera eliminar la amistad como capaz de crimen y, en su lugar, estipulara una cierta lógica que hiciera “legible” (¿para la censura?) el contenido manifiesto de este sueño. 

Comparemos, a modo de ejercicio, los dos relatos:

1)     El de DG: (dirigiéndose a su hermana): “mira, que unos amigos venían (son como enemigos) me iban a disparar, les dije ‘¡maténme!’ y no tenían tiros.  Busqué tiros en el bolso, se los puse y disparé.  Al miércoles mataron a un tío mío”.  La profesora Blanca agregó: “soy testigo de lo que le pasó a DG, ella me había dicho: ‘¿qué será… que me soñé….’ Repite.  DG contó otro sueño: “y a mi se me cumplen la mayoría de los sueños
2)     El del grupo (libreto):

“Soñe.  Que yo estaban matanto
Que llegaban Dos tipos A mi casa y Me decían Que me ivan a matar.  Y se me tiraron encima con un cuchillo y un Revolver
Pero cuando se me Acercaron a Dispararme el Revolver no les Funcionaba
Entonces yo se los Quite y les dije si ustedes no saben yo si se y meti la mana a un Lichigo y saque unas balas y se las coloque y les dispare y calleron Al piso y en ese momento Desperte.”



El grupo propicia, pues, ciertos cambios al relato original:  ya no son dos amigos que son como enemigos, el grupo agrega un cuchillo a los agresores, se elimina la expresión de la soñante (¡mátenme!), el pronóstico del sueño desaparece así como el testimonio de B. refrendando la veracidad del pronóstico…

Si confrontamos estos cambios, con los sueños que son dejados de lado al momento de realizar la dramatización, ¿qué podemos establecer?

1.     Aquello que en la transcripción es modificado (“amigos” por “dos tipos”) implica un desplazamiento de la familiaridad hacia lo desconocido. 
2.     Justamente, los sueños dejados a un lado, se refieren, en su contenido manifiesto, a la muerte de familiares (el hijo, el papito, el anuncio de la muerte de la madre.
3.     Salvo uno (la muerte del papito), los otros dos aluden a temores (que el hijo sea asesinado, que la madre va a morir). 

En este punto resulta esencial considerar otras notas, dado que la transcripción de la asamblea, llamativamente muestra la dificultad para escuchar (registrar) lo dicho.  Veamos entonces otros dos informes, el de M.D. y el de Y.G. (coterapeuta y terapeuta respectivamente de aquella sesión en San Pedro)

M.D.

-Transcripción del relato de DG (el que fuera escogido para la dramatización):

“El martes en la noche soñé que me mataban, pero el revólver no tenía tiros, entonces le quité el revólver y le decía que yo sí tenía balas y se las ponía y le disparaba a ella.

“Yo me sueño así y es porque a alguien de mi familia se va a morir y mataron a un tío.


“B. –líder de los desplazados en San Pedro- interrumpe y dice: ‘Yo soy testigo de lo que le pasa a D.’”

- Trascripción del relato de ALD:

No aparece.

-Transcripción del relato de LAD:

“La señora dice que habla de noche.  Yo me soñé que la guerrilla nos iba a matar y resultamos en un campo de sangre y ahí me desperté”.

-Transcripción del relato de CV:

“Yo me sueño que estoy dentro de la casa y entran los paramilitares y entran y se llevan a mi hijo para matarlo”.  Otra señora le pregunta que el niño cuántos años tiene, responde que dos, y le dicen que entonces de qué se preocupa y dice no sabe, “será por todo lo que se oye”.

-Transcripción del relato de BB:

“Siempre sueño con papito…”

-Transcripción del relato de AU:

No aparece.

Y.G.

“Entre 10:15 –11:15 se lleva a cabo el relato de los sueños.  De estos rescato elementos como: Sueños con familiares que mueren siendo asesinados.  Sueños reiterativos con paramilitares.  Sueños relacionados con la elaboración de la pérdida de un familiar. 

“Algunos sueños tienen como escenario el lugar habitado antes del destierro.  Los sentimientos que acompañan el relato son: la tristeza, la ansiedad, el dolor, la angustia, alegría cuando en el sueño se encuentra con la persona fallecida acompañado de tristeza y angustia al despertar. 

“El grupo expresa con fluidez los sueños, la hacen en forma rápida al parecer con la intención de ser escuchada, sin ser tomada la nota.  Todos los sueños fueron cortos y relacionados con los eventos que ocasionaron el destierro. 

“Para el grupo los sueños son considerados como premoniciones, en cada intervención donde la participante relaciona el sueño con lo ocurrido en la realidad, el grupo sonríe.

“En el grupo se percibe angustia, ansiedad.  Expresan miedo y temor en retornar y en el futuro de sus familias.

“En la dinámica grupal (cuando son invitadas a escribir el librero y preparar la dramatización) se comprometen con la tarea, disfrutan del ejercicio, se da resistencia a escribir el libreto.  El grupo LAS INDECISAS expresa que sus historias son muy tristes y que es mejor no recordarlas, casi todo es violencia”.


Pues bien, con las anteriores notas, podemos inferir que, a pesar de todo, el esfuerzo que realizó este grupo consistió en apegarse a un sueño (el de DG) como a un emblema de todos.  Con las anotaciones más atrás consignadas queda por establecer de qué manera la ausencia de escritura acerca de ciertos sueños por parte de las encargadas de dirigir la tarea, está íntimamente relacionada con las modificaciones realizadas al momento de la transcripción de ese sueño emblema y con las temáticas oníricas dejadas a un lado al momento de realizar dicha elección.

Agregaré un elemento que arrojan las notas de M.D.: el asombro que parece suscitar en el grupo, el temor de aquella mujer que manifiesta preocupación por que su hijo vaya a ser asesinado por aquellos que sindica.  A todas parece inverosímil que una mujer de las participantes, tuviera algo de qué preocuparse y de hecho, cuando es convocada a ofrecer una explicación, la mujer apela al rumor, a ese “será por todo lo que se oye”, como si a pesar de evidencias contundentes resultara imposible concebir que el hijo fuera a morir asesinado por las armas.  Como si dos años de edad, fueran protección, salvamento, de las muertes.*

Quizás el drama por la muerte del niño aluda a un acontecimiento singular en la subjetividad de esta mujer, lo cierto es que podemos concluir que la guerra, inclusive, es capaz de realizar en lo concreto aquello que en tiempos de paz y quizás en tiempos de otro país, debiera corresponder a los trámites propios de aquella muerte a que todo sujeto asiste como condición para emerger en la subjetividad más allá de la dependencia de su madre.  En tal sentido la guerra misma obtura una posibilidad de paso, de pasaje, en la dramática de alguien que, incapaz de nombrar lo temido, termina en la incredulidad por lo temible… y lo posible. 

El desmentimiento a la eficacia de los bárbaros
Existen libretos en los cuales la eficacia de la barbarie es desmentida.  Este, por ejemplo, del grupo que se denominó LAS ALEGRES:
 
“Nos estamos bañando en una quebrada.
Llega Luz piedad y dice bayasen que los están buscando
Se escondén en el monte.
Llegan las personas que las están buscando.   Y sacan a Isabel y le pegan un tiro
Luego la entierran, llega margarita a resarle y se para Isabel y le dice no rese que no estoy muerta”

Este se relaciona con otro, contado por otra soñante, en otra asamblea: es perseguida por alguien que la alcanza y cuando va a dispararle se cerciora de que el revólver no tiene balas, entonces ella le arrebata el revólver y saca unas balas de su líchigo, lo carga y dispara diciendo, yo sí tengo balas.

La eficacia del bárbaro es desmentida, pues, por esos sueños.  No solamente desmentida sino que en algunos de ellos el perseguidor termina siendo muerto por la víctima que de algún modo se salva y toma la ofensiva.

Aquí el nombre propio es una interpretación del libreto: Luz piedad, este segundo nombre escrito con minúscula, como minúscula es la piedad de esas personas que llegan a matarlas. 

La muerte amenaza con llegar o llega a ocurrir, pero una acción determinada la impide o hace que la enterrada se levante. 

Otra característica en este sueño, es el cambio en el género: son todas mujeres las que se están bañando en la quebrada pero quien viene a prevenirlas contra quienes las están buscando les dice que se vayan que los están buscando.  Luego, regreso al género femenino (llegan las personas que las están buscando).  Aquí es evidente, también, un desplazamiento desde la primera persona del plural (nos) hacia la tercera persona del plural (los/las), apareciendo la primera en la acción lúdica y la segunda en la trágica.  La muerte es negada: Isabel recibe un tiro pero no muere, son ellas las perseguidas, no nosotras.
Lo relatado, lo elegido para dramatizar, lo actuado

Esta vez tomaré:

1)     Las notas de la conformación de este grupo: MLR, YG y MD
2)    Los sueños relatados por cada una
3)     La transcripción de sueños por parte de MD

Las notas en lo que se refiere, en MLR, de la conformación de este grupo:
El grupo siguiente inició con el sueño de MLU, cuatro señoras acuclilladas simulan que se están bañando en el río.  Otra llega y les dice: “¡corran que las van a matar!”.  Al correr, cogen a una de ellas, la traen al centro del salón y la dejan acostada (el sueño de LPA)  Estando la señora acostada, llega MD a rezar, la señora se levanta y le dice que no está muerta (sueño de MD).  A las señoras les causa mucha risa actuar.  El grupo se llama LAS ALEGRES, se sintieron bien, fue un poquito difícil, dicen.  La mayoría de este grupo vive en la vereda Guadualejos.  Se observó interés en la actividad, trabajo en grupo y esfuerzo en la representación de tres sueños seguidos.

Esta conformación es relatada, así, por YG:

Grupo LAS ALEGRES (manifiestan que se llaman así porque se ríen mucho)

Texto: “Nos estamos bañando en una quebrada.  Llega LP y dice váyanse que los están buscando se esconden en el monte. 
Llegan las personas que las están buscando.  Y sacan a I. y le pegan un tiro.
Luego la entierran, llega M. a rezarle y se para I. y le dice no rece que no estoy muerta”

La conformación es relatada, así, por MD:

“El segundo grupo tienen por nombre “LAS ALEGRES”, porque se ríen mucho.

“Representan el baño en la cañada, matar a los hermanos y el hijo que no está muerto en el cementerio.

“Dicen sentirse bien, les causó mucha risa y les gustó el trabajo”.

Ahora, tomados de los informes de MLR y de MD, los relatos de los sueños por cada una de las participantes en este grupo:


BS: “soñó que en una mesa había un poco de carne, en el suelo el charco de sangre, el papá le insistía que cortara, pero ella no era capaz… explica que a los días le mataron un hermano de ella (no tomé nota de los detalles de este sueño)”. (Transcripción de MLR)

“Soñé que en una mesa había carne y colgada había más, papá me decía que cogiera carne y yo le decía que no era capaz y él me ayudaba.  Venía gente y le decían que nos iban a ayudar y mi papá no quería que nos ayudaran, luego me desperté” (Transcripción de MD).
MLL: “sueño que me quedo dormida, voy por un camino y me resbalo.  Sueño que estoy a pie limpio y no encuentro los zapatos.  Sueño con mostruos, lucho con ellos y los mato.  Verdad, casi cada dos días sueño con eso”.  Y.: “¿conoce el camino?” R/no.  Varias señoras se ríen, luevo viene un silencio… (Transcripción de MLR)

“Yo me he soñado que me resbalo.  Yo me sueño que me tapo los pies y voy por un camino descalza.  Sueño con monstruos, hasta que lucho con ellos y los mato” (Transcripción de MD).

CR: “yo siempre me sueño en Buenos Aires, como si yo viviera allá, con gente de allá o gente que conozco acá, pero allá” (transcripción de MLR)

“Me sueño en un lugar, sitio de Buenos Aires, con personas de Buenos Aires, no logro identificar nada” (transcripción de MD)

MD (otra MD distinta de la coterapeuta): “hace días soñé que estaba en el cementerio visitando la tumba de mi hijo, sentí que me tocaban (señala el hombro), era él y me dijo que no estaba muerto.  Me desperté.  Sueño otros pero no recuerdo”.(MLR)“Soñé que estaba en un cementerio, visitando la tumba de mi hijo, y sentí a alguien detrás de mí y me tocaba el hombro, yo regresé a mirar asustada y era mi hijo y me decía que no estaba muerto”.

LPA: “me soñé viendo un poco de hombres con camisa roja, decían vuélense que los van a matar.  Iban para la casa, era como de balcón en tabla, subían por un alambrado.  Ella a alguien le decía que se fuera…” (MLR)

IU: “sentí que me pegaron un tiro y en esas me desperté”…. Y: “¿y dónde estaba?” R/ “sentada, en el sueño”.  Y ella se ríe. (MLR)

“ A la madrugada sentí que me pegaron un tiro, oí el disparo y ahí me desperté.  El sueño fue hace una semana”. (MD)

MLU: “anoche me soñé un sueño muy cortico, estaba bañando en una cañada”.  Y.: “¿recuerda el sitio?” R/ “no recuerdo nada”. Y.: “¿y en vestido de baño o sin ropa?” R/ “con vestido de baño” (MLR)

“Me soñé que me estaba bañando en vestido de baño, en una cañada, de día, y no más y ahí me desperté.  No me acuerdo dónde era.” (MD)

Transcribamos ahora el libreto escrito por este grupo:

“Nos estamos bañando en una quebrada.
Llega Luz piedad y dice bayasen que los están buscando
Se escondén en el monte.
Llegan las personas que las están buscando.   Y sacan a Isabel y le pegan un tiro
Luego la entierran, llega margarita a resarle y se para Isabel y le dice no rese que no estoy muerta”

En este caso, el grupo parece haber seguido la consigna de construir un libreto siguiendo el texto de varios sueños.  Aparecen, identificados, los sueños de: MLU (transformado de primera persona del singular a la primera del plural), el de LPA (se elimina: hombres de camisa roja aparece LP cambiando el “vuélense que los van a matar” por el “váyanse que los están buscando”, manteniéndose inmodificable el género masculino) y tal vez el de IU (trasladando a la representación el hecho de que se trataba de un sueño y representando el despertar como un resucitar) o el de MD cuando el hijo muerto se aparece en el sueño diciéndole que no lo está. 

En este grupo es mucho más rica la transcripción por parte de las citadas.  Pero igualmente es rica, por parte del grupo, la dejación a un lado de contenidos manifiestos expresados en los relatos iniciales. 

No obstante, el libreto construido hace referencia a lo acontecido, igual que en el caso anterior, esta vez resaltando el imposible de la aceptación de la muerte y la evidente realización alucinatoria el deseo manifiesto. 

Aquí resalto un sueño que es dejado a un lado, el de BS:
“soñó que en una mesa había un poco de carne, en el suelo el charco de sangre, el papá le insistía que cortara, pero ella no era capaz… explica que a los días le mataron un hermano de ella (no tomé nota de los detalles de este sueño)”. (Transcripción de MLR)

“Soñé que en una mesa había carne y colgada había más, papá me decía que cogiera carne y yo le decía que no era capaz y él me ayudaba.  Venía gente y le decían que nos iban a ayudar y mi papá no quería que nos ayudaran, luego me desperté” (Transcripción de MD).

Lo resalto por dos razones: en primer lugar, porque la alusión al “charco de sangre” no puedo desligarla del baño en la cañada (la expresión “bañado en un charco de sangre”…) y, en segundo lugar, porque entre las participantes, la idea de que soñar con sangre es pronóstico de muerte, tal como en su relato BS atestigua, la exclusión de este sueño en la dramatización y el privilegiar otro en el cual la muerte es negada y, por el contrario, transformada en resurrección (o en despertar), es una elección  llevada a cabo este grupo.  La soñante con el baño (“un sueño muy cortico…”) es elegida como la actriz que representa el papel de  muerto que no lo está (el hijo de MD).

El grupo, pues, elige proceder a realizar una sustitución en la cual la muerte es negada para dejar lugar –y en su lugar- a la imposibilidad de ella misma, a su negación, la resurrección.  Lo que aventura BS, a manera de drama personal, el grupo lo transforma en lo contrario, dejando de lado el sueño de BS y procediendo a construir un libreto con el contenido de otros sueños que, aunque aluden a la muerte violenta, terminan con “final feliz”. 

Matrimonio y mortaja:  ¿del cielo bajan?

El grupo LAS INDECISAS presenta este libreto:

“Estamos de fiesta Diana se va a cazar de rojo
llega Doña Erminia de blanco
llegan los invitados
y se ponen a bailar”

El lapsus ortográfico se acentúa con el color del vestido.  La frase expone la polisemia sin miramientos: se va a cazar de rojo puede querer decir que irá en una dirección o en otra.  Se trata de un matrimonio, el silencio acerca de un hombre no deja de resonar con la condición de las soñantes, cabezas de hogar. Pero son dos las mujeres, una de rojo la otra de blanco.  En ninguna parte del sueño aparece que se vayan a casar entre ellas, pero siendo un matrimonio, en el lugar de un hombre aparece otra mujer. 

La fiesta ¿qué celebra?  ¿A qué celebración han sido llamados los invitados que llegan y se ponen a bailar?  La polisemia deja lugar a varias respuestas…

Resalta el nombre que a sí mismas se colocan como grupo: Las Indecisas.  Tomarlo al pie de la letra y no por sus equivalencias, nos permite encontrar una continuidad entre la nominación y el libreto en el que el verbo cazar, queriendo decir una cosa, termina diciendo otra.  Aunque tomarlo por sus equivalencias tampoco nos distanciaría mucho de este hallazgo, más bien nos obligaría a preguntarnos, nuevamente, porqué la cacería daría lugar al festejo, si es justamente de una especie de cacería  (la propia de la barbarie y la ferocidad de guerreros impiadosos).

Lo relatado, lo escrito y lo dramatizado

Este grupo decide actuar después de evidenciar una gran resistencia.  El nombre que eligen es elocuente al respecto y la conclusión a la que llegan, después de realizar su acto, también.

Igualmente:

1)     Relatos de MLR, MD y YG
2)     Transcripción de cada uno de los sueños
3)     Relatos de los sueños en MD

Como da cuenta del trabajo de este grupo:

MLR: El último grupo se demora en salir, no deciden como empezar, se ríen… DB  dirige el grupo, las acomoda por parejas, sientan a un niño en un asiento (“él es el radio”, explica), tratan de prender el radio pero no les funciona bien (el niño no canta), las señoras se supone que bailan… representaron el sueño de DB, del matrimonio.  Y… pregunta cómo se llama el grupo y AB responde: LAS INDECISAS… se sintieron mal… “más de media hora para sacar esa bobada”.

YG: “LAS INDECISAS (manifiestan que le dan este nombre al grupo por la dificultad que tienen para llegar a acuerdos) TEXTO: ‘Estamos de fiesta D se va a casar de rojo llega doña E de blanco llegan los invitados y se ponen a bailar’”

MD: “El tercer grupo se llaman “LAS INDECISAS”, porque no se pusieron de acuerdo en nada, se sintieron mal, todo les pareció maluco y decen que todo les salió mal”.

Transcripción de cada uno de los sueños


LMR: “anoche me soñé contándole a mi esposo…” (no escuché)… aclara…  “él está muerto, estaba contándole todo, primera vez que me pasa, me pasó anoche, contándole de los hijos, muchas cosas… de la impresión que tuve me desperté”. Observo que se agita y gime. (MLR)

“Anoche me soñé que el esposo de una persona que se fue hace días, y llegó contándome lo que ha pasado.  Fue un sueño largo” (MD)


DB: “A mi me pasa al contrario, cuando me sueño con matrimonio”.  Soñó viendo uno de vestido rojo, otro de vestido blanco, en una fiesta.  “A los días me fui para Palmira y una amiga me dijo que habían matado a mi exnovio”.  Se ríe, comenta que los sueños se le olvidan. (MLR)

“Me soñé en un matrimonio, yo estaba de rojo y la otra de blanco, yo no se por qué.  Cada vez que sueño con matrimonio es porque alguien se va a morir.  Yo me fui para Palmira, y cuando llegué me dijeron que el novio de una amiga lo mataron”: (MD)

AB: “yo siempre he soñado que mi papá se muere, me lo llevan en un ataúd, me lo dejan en la carretera y yo salgo.  Y… pregunta en qué sitio sucede el sueño.  R/ “En Tuluá, en la vereda donde vivo”. (MLR)

“Siempre he soñado que me llevan a mi papá muerto, en un ataúd y lo dejan a mitad de carretera y solo yo lo recojo” (MD)

MHB: es la señora de mayor edad en el grupo) cuenta que soñó  viajando en un avión, que sus hijas la llevaban a Santa Marta, no aterrizaba, se despertó.  También sueña con el hijo casi todas las noches paseando. (MLR)

Trascribiré ahora el libreto escrito por el grupo:

“Estamos de fiesta Diana se va a cazar de rojo
llega Doña Erminia de blanco
llegan los invitados
y se ponen a bailar”

Nótese en este caso que este grupo, que dice de sí la indecisión, es el que revela la condensación entre el matrimonio y la muerte a través del equívoco de la ortografía en la  escritura.  El hijo muerto (con quien sueña pasear), el esposo muerto (con quien sueña hablar), el novio de la amiga muerto (anunciado por el sueño con matrimonio),lo cierto es que las transcripciones se ponen de acuerdo, por lo menos en dos casos, en escuchar dos cosas bien diferentes: el propio esposo, el propio novio escuchados por una, son el esposo de otra, el novio e una amiga, escuchados por la otra. 

Parece como si las dificultades se hubieran acumulado hasta la actuación de este grupo y que toda defensa “acordada” fracasara esta vez rompiendo un acuerdo tácito entre quienes tomaron nota de lo escuchado, para dejar en evidencia la situación de este grupo ante la muerte.  Lo elegido alude al baile, a la fiesta, a la celebración posterior a un ritual entre dos personas del mismo género (el relato de la soñante no deja lugar a dudas por lo menos en una de las transcripciones); ella misma da cuenta de su asombro con el contenido de su sueño. 

Las dificultades evidentes por parte de este grupo para dar trámite en la preparación de la actuación y en la actuación misma: pero sus dificultades hay que tomarlas como parte de la actuación.  Así, la escena del niño-radio que no funciona, en tanto que se apela a él para animar la fiesta, subraya el hecho de que, por supuesto, esta actuación no alude a fiesta alguna.  Todo lo contrario, los sueños que son dejados a un lado, hablan del contenido que fue tan difícil sustituír.  Como si con este grupo la resistencia de los dos primeros no pudiera haberse mantenido más y fuera, justamente a este grupo, al que le correspondiera dar testimonio de la imposibilidad de conseguir borrar con un festejo la tragedia de la muerte. 

Llamativamente algunos sueños fueron dejados a un lado y lo mismo algunas participantes que no son referidas como tales en el momento de la actuación.  Citémoslos, tomándolos de las transcripciones de MLR y de MD:

1) El sueño inicial de los relatados:

Una señora cuenta que iba manejando un carro…. se despertó.  Y le pregunta: ¿Cuál es su nombre?.  Ella se dirige a la profesora y le pregunta: ¿Cómo es que me llamo?.  Le responde: Rosalba, Rosalía, Rosamelia… Y, entonces, le dice: Le gusta que la llamen como quieran?  Ella con sus gestos dio a entender que sí.  Y nuevamente le pregunta: ¿Cuál es su apellido?  Ella dice: No, es muy… (no entendí, como si no le agradara).  Más tarde me di cuenta que la señora sufre una especie de anomia, debido a su desarraigo familiar y social desde temprana edad. (MLR)

“Yo iba en un carro, no llegué al sitio donde iba, el carro paró y ahí me desperté”.  Se le preguntó el nombre, hizo el ademán de no acordarse y efectivamente ella preguntó a otra persona cómo se llamaba, su apellido no sabía, después dijo que no lo hacía por ser tras mano, no lo quiso decir. (MD)

2) Otros más:


“MCD: “Me soñé que mi papá llegaba a la casa, yo le preguntaba por mi mamá, porque quedaba sola en la casa y estaba enferma y moría y mi papá no me lo decía”

MDM: “Me soñé con alguien muy especial, mi sobrina, muerta, llena de flores, hace nueve años, yo no creía que estaba muerta.  Hace siete años se mató un casi hijo mío”.
MLU: “Me soñé que despertaban para ir a hacer el almuerzo para los trabajadores y yo no podía prender el fogón”.

BB (otro sueño): “Soñé con un primo que está muerto, que se llevaba a mis tres hijos y al entrar no nos saludaba a mi hermano y a mi por ser pecadores.  Me produce miedo”

Todos los inmediatamente anteriores son tomados de las notas de MD.  Estas notas contienen el relato de lo sucedido con la señora que no pudo mantenerse en la reunión y que salió intempestivamente de la misma.  Recordaré el suceso, primero, tal como lo informa MLR y luego MD:
“depende del sueño, en mi caso, que sueño con mi hijo, me asusto” (ella sueña que le matan al hijo).  MLL le pregunta: “¿Cuántos años tiene su hijo?” R/ “dos”.  MLL relata un sueño en el que ve a los paramilitares y se esconde debajo de las cobijas… cuando le preguntan qué siente dice que tristeza y ganas de llorar.  Se ve agitada, llorosa y se retira del saló.  M… sale a brindarle apoyo. (MLR)

“Sueño con paramilitares, ellos me vienen a coger, yo me tapo con muchos colchones y cobijas, y me quedo quieta, pero sacan a mis hermanos y los matan en el patio.  Me da mucha tristeza.  Me siento muy mal.  Llora y sale del salón. 

“Salgo detrás de ella y la encuentro llorando en el corredor, me acerco y me dice que todo lo que está pasando es muy difícil, refiriéndose al desplazamiento y al temor de que pueda pasarle algo malo a ella, a sus hijos o a sus hermanos.

“Habla de sus sentimientos de temor y de dolor, y dice que aunque no los ha visto ni les han dicho nada, siente mucho miedo.

“’Ellos son muy malos, no les importa nada y nosotros ya no sabemos qué hacer’, dice

“Poco a poco se calma, mientras el resto de señoras sale a tomar el refrigerio y a preparar la dramatización de sus sueños se integra de nuevo a la actividad” (MD).
Como se puede observar, pues, la salida del grupo da posibilidades a esta mujer de expresar todo su miedo a lo que vaya a suceder con ella y con los suyos.  Es la misma que suscitó la risa en las demás cuando reveló la edad de su hijo.  Risa, sí, pero también una escena: la del niño-radio, elocuente en su mutismo y en su decisión de sobrevivir al negarse a cantar.


1 Danish Red Cross, Psychological First Aid and Human Support, Federation Reference Center, 1997.
1 María Laura Frucella, En Busca de las Huellas Colectivas.  Una experiencia singular.  Revista Acheronta No. 12, enero de 2001.  http//www.acheronta.org/12
2 Ojalá antes de las ocho de la mañana según las mujeres de Buga, para quienes si se cuenta antes de dicha hora el pronóstico negativo de un sueño no se cumplirá…
* Pero nada de esto será posible si al lado de gestiones promotoras de la constitución de tejidos sociales acordes con el propósito de realizar la propia recuperación emocional y social, el Estado no establece de una vez por todas una política institucional acorde con las circunstancias tanto de coyuntura como de estructura.  De coyuntura, ofreciendo alternativas temporales de solución a l@s desplazad@s, por ejemplo, mediante el establecimiento de albergues específicamente destinados a atender la población infantil y juvenil, dejando a padres y madres en condiciones de gestionar su recuperación menos atenidos a tener simultáneamente que proteger a sus hij@s y sortear la búsqueda de soluciones al apremio de la vida.  De estructura, mediante el uso de las instancias de autoridad necesarias para acompañar protegiendo la vida de l@s desterrad@s en la recuperación de aquello que han perdido.

3 Varios, Los sueños y las sociedades humanas, Coloquio de Royaumont, Traducción de Luis Echávarri, Ed. Sudamericana, Bs. As. 1964
4 Ibidem pág. 33
5 Ibid.  Pág. 41
6 Ibid  pp. 47-48
* Síntoma referenciado como presente en el diagnóstico Trastorno por Estrés Postraumático –TEPT- en el DSM-IV.
7 Pascal Vernus, “Escritura del sueño y escritura jeroglífica”, La instancia de la Letra, Littoral 5, Córdoba, 1988.
8 S. Freud, “Conferencias de Introducción al Psicoanálisis”, citado por Mayete Viltard, “El trazo de la letra en las figuras del sueño”, la instancia de la letra, Littoral  5, Córdoba, 1988.   
9 Cómo olvidar aquí, en este punto, a Hanna Arednt (Cfr: Hanna Arendt, Los orígenes del totalitarismo. T.2, Alianza Editorial, Madrid, 1982): “La privación fundamental de los derechos humanos se manifiesta primero y sobre todo en la privación de un lugar en el mundo que haga significativas a las opiniones y efectivas a las acciones.  Algo mucho más fundamental que la libertad y la justicia, que son derechos de los ciudadanos, se halla en juego cuando la pertenencia a la comunidad en la que uno ha nacido ya no es algo corriente, y la no pertenencia deja de ser una cuestión voluntaria…” (p. 365)
10 Martha Nubia Bello, “IDENTIDAD, DIGNIDAD Y DESPLAZAMIENTO FORZADO.  Repercusiones sobre el bienestar emocional”.  En; Salud y Desplazamiento  OPS
* No podemos ignorar que, a la vez, población amenazada que se refugia como grupo en un solo y único lugar de vivienda y de convivencia, queda presa en la contradicción que se configura entre refugio y vulnerabilidad.  L@s desplazad@s que han logrado refugiarse, en dispersión, hacen del encuentro propiciatorio de tareas de apoyo, asunto ocasional y por tanto su seguridad es relativamente tanto más predecible que cuando el hecho de refugiarse en un solo lugar termina por constituirse en factor de mayor vulnerabilidad a la repetición de los ataques
* Confundir el agradecimiento del otro con la exigencia a la sumisión y a que admita de quienes le ayudan inicialmente toda clase de silencios administrativos posteriores, es una manera de colocar como defecto del otro, lo que no es más que expansión de un yo ideal propio confundido con una omnipotencia que en esta guerra sería mascarada, simulacro o carnaval si de la misma no se derivaran acciones deliberadas de acogotamiento del vencido y de una segunda expulsión del que ya ha sido expulsado.  Nos anteceden años de historia en que las volquetas de las alcaldías municipales se empleaban para “trastear” de noche a locos y a locas que “afeaban” los municipios, preludio de momentos posteriores en los que ciertos personajes ejercitaban  sádicamente su puntería mediante la realización de las llamadas acciones de “limpieza” social. 
* Espero la condescendencia con este “tal cual”…
* En informes posteriores Luci se quejará, precisamente, de ser objeto de crítica y de maledicencia constante por parte de sus compañeras desplazadas…
* Ir al relato de la sesión, transcrito más atrás, por MLR
* Cuando escribo esto, quiere decir que en ninguno de los informes, no solamente en el de MLR, no aparecen transcritos relatos de sueños.
* En las notas de LO, es el padre quien muere después de haber soñado con carne…
* De hecho, ocho días después de realizada esta actividad, en otra población cercana en la misma cordillera Central, en un atentado ejecutado contra un desplazados, resultó gravemente herida una niña de 4 años…

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